En la habitación en la que duermen Salva Sevilla y Álex López alguien pega un grito. Manolo Reina ha vuelto a perder a la Pocha. Este juego de cartas parecido al tute, en el que se hace uso de la baraja española, es solo una de las formas que utilizan los jugadores de la expedición bermellona para matar sus tiempos libres durante su 'stage' en Benahavís.
Vicente Moreno es un hombre rígido en sus planteamientos. El técnico valenciano esbozó días antes de poner rumbo a tierras andaluzas el itinerario a seguir por los suyos durante la pretemporada. Dentro de ese planning había, inevitablemente, numerosas horas muertas. Los jugadores del Real Mallorca, conocedores de cómo se desarrollan este tipo de concentraciones, incluyeron entre sus bártulos diferentes objetos para matar el tiempo libre.
La Playstation sigue siendo una de las opciones que cuenta con más adeptos por parte de los futbolistas. Son sobre todo los jugadores más jóvenes los que apuestan por este tipo de entretenimiento. Los juegos de deportes se llevan la palma.
Los portátiles y las tablets son también muy recurrentes durante estas horas muertas. Algunos visionan series junto a sus compañeros de habitación, mientras que otros prefieren ponerse los cascos y aislarse con la pequeña pantalla. La lectura o una buena charla también son opciones que barajan futbolistas como Fran Gámez.
La distribución de las habitaciones denota claramente la antigüedad de los futbolistas dentro del club. Los ocho recién llegados comparten sus habitáculo de descanso, mientras que jugadores como Aridai o Gámez, aterrizados durante el pasado mercado invernal, también pasan numerosas horas juntos en sus respectivas habitaciones.
