Todavía falta media hora para que los jugadores del Real Mallorca salten al campo de entrenamiento de la pequeña localidad malagueña de Benahavís, pero sobre el césped ya reposa el material que se utilizará durante la sesión de entrenamiento. Las botas de los futbolistas, casi impolutas, yacen en una hilera al borde del terreno de juego.

Se ponen en marcha los aspersores para que el terreno respire y el balón circule. Poco a poco la expedición rojilla hace su aparición. “¡José! Mis botas empapadas otra vez, tío”, articula Ferran Giner a gritos. “¿Y las mías dónde están, José? Las rojas no, las negras”, presiona a su vez Raíllo. “Yo no tengo chaleco, ¿qué hago? ¿entreno sin?”, cuestiona por su parte Valcarce.

Tras unos breves minutos de incertidumbre todo vuelve a su cauce. Cuando Moreno llama a filas, los jugadores atienden y su equipo responde. Un simple gesto es suficiente para que los pilares del técnico valenciano respondan a sus peticiones.

Nueve son las personas que conforman el equipo de trabajo de Vicente Moreno durante el ‘stage’ de pretemporada en Málaga. Todos ellos son los encargados de velar para que los veintiséis futbolistas del Real Mallorca no tengan mayor preocupación que la de entrenar y jugar durante los nueve días de concentración.

Antes de su llegada al club bermellón, el valenciano ya había articulado su equipo de trabajo. Dani Pendín debía ser su mano derecha. El exfutbolista argentino compartió vestuario con el de Massanassa durante cuatro temporadas en el Xerez, de 2002 a 2006, y aunque sus trayectorias tomaron cauces diferentes, el Mallorca les volvió a unir.

“Pendín, ¿te vienes a trotar un poco?”, pregunta Dani Pastor a su compañero tras uno de los entrenamientos del stage. “Ya si eso otro día”, contesta el argentino al preparador del Mallorca.

Pastor dirige todos los ejercicios físicos que realiza la plantilla y es una de las personas más cercanas al técnico durante los entrenamientos. Serio en su trabajo, no puede evitar soltar alguna pulla de vez en cuando: “¡José, que ahora no te están grabando las cámaras, hombre, no hace falta que te pongas a correr para aparentar!”

Fernando Maestro, preparador de porteros, fue la otra pieza que encajó Vicente Moreno en su puzzle. Es la sombra de Manolo Reina, Leandro Montagud y Miquel Parera en cada entrenamiento. Maestro es el gancho y confidente de los jugadores. Se hace respetar dentro del campo, pero fuera capea las bromas de los futbolistas como puede. Optimista y alegre, el exguardameta catalán es uno de los pilares del equipo.

Durante la expedición en Marbella Biel Gelabert se ha convertido en el centro de todas las miradas. El delegado del equipo concedió una entrevista a IB3 TV y se convirtió en la envidia de todos sus compañeros. “¿Cómo te van a querer entrevistar a ti, Xim, si no tienes nada interesante que contar?” cuestionaba Gelabert al analista del equipo tras su minuto de gloria. Se encarga de organizar la logística del viaje y de todos los asuntos burocráticos.

Xim López y Miquel Arrigues conforman desde el inicio de esta campaña una nueva dupla inseparable. El analista de datos y el de rendimiento físico son dos piezas fundamentales para Moreno.

Datos, estadísticas, el GPS...

Xim controla los datos y estadísticas de los jugadores del Mallorca y sus rivales. Como él mismo ha confesado en más de una ocasión, pasa “más horas con Moreno” que con su mujer. Temperamental durante los partidos, no se reprime a la hora de valorar la actuación de los árbitros desde la grada.

Arrigues, segundo de Pepe Gálvez en el filial bermellón, se ha convertido en la última incorporación del cuerpo técnico. Con el ascenso de categoría, su fichaje resultaba casi imprescindible. Se encarga del control de los datos de los GPS, además de ayudar en otras tareas.

Verónica Sebastianes y Magí Vicens son los fisioterapeutas del equipo. Por sus manos pasan todos los jugadores del plantel, pero su trabajo no se limita únicamente a sus funciones terapéuticas. Verónica, siempre colaborativa y sarcástica, se encarga de administrar a los futbolistas todos los suplementos que necesitan durante estas duras jornadas de entrenamiento. Magí, por su parte, participa activamente en la recuperación de los lesionados. El año pasado fue la sombra de Ferran Giner durante su lesión.

El transporte de material es territorio ‘comanche’ de José Martín. El utillero aguanta estoicamente las chanzas de sus compañeros y las reprimendas que le llegan cuando se olvida de los chalecos que visten los futbolistas.

Entre los nueve conforman el engranaje sobre el que gira el trabajo de Moreno. Su labor, en ocasiones ignorada, es el verdadero fundamento del equipo. Ellos son las piezas que mueven el Mallorca.