El nivel de la categoría en la que militará el Real Mallorca la temporada que viene se dispara con clubes históricos como el Zaragoza o el Deportivo - Salvo cuatro equipos, todos los demás jugaron en la máxima división.
"Es una Primera B", advertía hace unos días el consejero delegado del Real Mallorca, Maheta Molango, al ser cuestionado sobre el nivel de la Segunda División la temporada que viene. No va equivocado. El conjunto bermellón, en su regreso a la categoría de plata del fútbol español, deberá hacer frente a un campeonato mucho más difícil y competitivo que el de los últimos años. Un dato tan significativo como esclarecedor resume lo que se encontrarán los rojillos la próxima campaña: Salvo cuatro equipos de los veintidós, todos los demás jugaron en la máxima categoría.
Las diferencias de potencial en las plantillas se han reducido de manera desmesurada en solo una campaña. La llegada del Deportivo de la Coruña, Las Palmas y el Málaga, sumado a los tres equipos que descendieron de Primera en la campaña 2016/17 (Sporting de Gijón, Osasuna y Granada) han disparado el nivel de Segunda desde que el Real Mallorca abandonó la categoría.
Prácticamente la mitad de los 22 participantes arrancarán la temporada con el mismo objetivo que debe tener el Real Mallorca: pelear por el ascenso. De hecho, la Primera es una competición familiar para casi todos los equipos. Solo el Alcorcón, el Lugo, el Reus y el recién ascendido Rayo Majadahonda no concursaron nunca en la máxima categoría. Salvo esos cuatro modestos, los demás tienen experiencia en la elite, contando al Elche (21 temporadas) y al Extremadura (2), quienes confirmaron su ascenso este pasado fin de semana ante Villarreal B y Cartagena, respectivamente.
El palmarés del Real Mallorca le sitúa en la lista de candidatos al ascenso. Solo dos clubes cuentan con una sala de trofeos más abultada que la del conjunto bermellón. Una Liga, dos Copas del Rey y tres Supercopas acicalan la vitrina del equipo coruñés. Seis Copas, una Supercopa, una Recopa de Europa y una Copa de Ferias, la del Zaragoza. Una Copa del Rey y una Supercopa revisten el palmarés bermellón.
Sin títulos, pero con participaciones continentales se encuentran también, además de los tres ya mencionados, Osasuna, Las Palmas, Tenerife, Oviedo, Sporting o Málaga. Este último, sin ir más lejos, hace solo unos años disputaba la Champions League junto a Barcelona, Real Madrid y Valencia (2011/12).
El Zaragoza, con sus 58 temporadas en Primera, es el club con más participaciones en la máxima categoría, seguido del Deportivo, con 46 y el Sporting de Gijón (42). Otro asturiano, el Oviedo, también es un clásico de la elite, con 38 campañas, la última la 2000/01. El Málaga, recién descendido junto a Dépor y Las Palmas, acumula 37 participaciones en Primera, contando las anteriores a su desaparición en 1992 y posterior refundación. También con 37 figura Osasuna, que bajó hace un año y esta temporada ni siquiera fue capaz de clasificarse para el play-off. La Unión Deportiva las Palmas cuenta con 34 por las 27 que suma el Real Mallorca.
Todos ellos lucharán la temporada que viene, con un límite salarial que dista mucho entre los diferentes equipos, por ser uno de los tres clubes que logre el ascenso a Primera División. Volver a codearse con equipos como el Real Madrid, el Barça o el Atlético es el sueño de todos ellos, también el del Mallorca, todo un histórico del fútbol español.
Una Segunda sin filiales 16 años después
Por primera vez en los últimos 15 años no habrá ningún filial en la división de plata del fútbol español. El Elche acabó este sábado con las opciones del Villarreal B, el único conjunto que optaba a jugar en Segunda. El descenso esta temporada del Barça B y el Sevilla Atlético deja de esta forma huérfano de canteras a la categoría en la que militará el Mallorca la presente campaña. Desde la temporada 2002/03, en la que ningún filial compitió en la categoría, siempre ha habido algún equipo B en la división de plata. Seis temporadas estuvo el conjunto de la Masia, cuatro el Castilla y el Sevilla Atlético, tres el Villarreal B o el Málaga B y una el Bilbao Athletic. El Real Mallorca también tuvo a su filial una temporada en Segunda, pero fue en la campaña 1998/99, hace ya dos décadas.
