Catorce técnicos en las últimas siete temporadas. Ese ha sido el bagaje del Real Mallorca en sus últimos años de competición. Desde Michael Laudrup, en la campaña 2010-2011, nunca un entrenador del conjunto bermellón había aguantado toda una temporada al frente del club. Vicente Moreno ha tomado el relevo del preparador danés durante la presente campaña.

El técnico de Massanassa se ha ganado el cariño y el respeto del mallorquinismo en los 359 días que lleva al frente del conjunto bermellón. Su buen hacer, su respeto hacia el rival, su discreción y su elegancia han encandilado a la afición rojilla, acostumbrada a un perfil que dista y mucho de lo que irradia el valenciano.

Los malos resultados cosechados en los últimos años por el Real Mallorca propiciaron la ola de entrenadores que se han sucedido al frente del club. Desde la rescisión de contrato que firmó Michael Laudrup en septiembre de 2011, trece han sido los inquilinos que han abordado el banquillo bermellón con mayor o menor fortuna. Algunos de ellos, es el caso de Javier Olaizola, Sergi Barjuan, Miquel Àngel Nadal o Pepe Gálvez, ni tan siquiera dirigieron al equipo más de diez jornadas, y fueron muy pocos los que lograron dar continuidad a su puesto en dos temporadas consecutivas (Joaquín Caparrós y Fernando Vázquez).

Vicente Moreno cuenta con contrato para la dos próximas campañas. La intención de la entidad rojilla fue desde un principio apostar por un entrenador sobre el que poder asentar un proyecto de futuro. Moreno daba el perfil. Como futbolista, el valenciano defendió durante 11 temporadas la elástica del Xerez, equipo en el que llegó a jugar en Primera División. Ya como técnico, dirigió al Nàstic de Tarragona durante cuatro temporadas, logrando un ascenso de Segunda B a Segunda División.

El compromiso que ha mostrado siempre el preparador de Valencia con los clubes que ha defendido resultó clave para su fichaje y aunque en los últimos días son algunas las novias que se han fijado en el preparador de 43 años, lo cierto es que Moreno ya está en plena planificación del próximo curso con el consejero delegado Maheta Molango y el director deportivo Javier Recio.

La intención del club es finiquitar con el baile de entrenadores que se han dado en las últimas temporadas. Dar continuidad a un proyecto que ha funcionado y que se ha asentado en las bases de su técnico y su equipo de trabajo. Moreno es la cara encubierta del ascenso bermellón. Durante las celebraciones del equipo cedió el protagonismo a sus jugadores y, pese a plasmar su alegría, se colocó en un segundo plano. Prudente siempre en sus palabras, es el perfil por el que apuesta el club en esta nueva etapa.