El Real Mallorcacon el que contará la temporada que viene, una cifra que le situará entre los cuatro o cinco equipos con menor presupuesto de la Segunda División. Atendiendo a los ingresos del conjunto bermellón y las deudas que todavía tiene vigentes, el club rojillo manejará un margen de solo 4,5 millones para confeccionar su plantilla, un límite que condicionará a la hora de diseñar una plantilla con objetivos ambiciosos.

Desde la entrada en vigor del Fair Play Financiero de la UEFA, la Liga de Fútbol Profesional y el Consejo Superior de Deportes acuerdan el tope salarial con el que contarán los equipos de Primera y Segunda División, con el objetivo de mantener unas finanzas sanas. Dicho límite se fija mediante un presupuesto de ingresos basados en información reciente del club, que incluye la retribución por taquillas y abonos, derechos de televisión y publicidad y patrocinios. En el caso del Real Mallorca, cabe estipular también todos los riesgos con los que cuenta la entidad, así como la deuda de 17 millones con Hacienda que todavía tiene vigente.

Todo ello conduce al conjunto bermellón a ser uno de los equipos que contará con un menor presupuesto para confeccionar su plantel la próxima temporada. Un tope salarial que recoge los sueldos, salarios, indemnizaciones y seguridad social de la plantilla, así como primas y otras remuneraciones. Se estima que el Mallorca podrá contar con un presupuesto que rondará los 4,5 millones, una cifra muy lejana a la que manejarán clubes como el Deportivo de la Coruña, con 25 millones, el Málaga, con 20, o el Sporting de Gijón, si finalmente no asciende a Primera, con otros 20.

Es cierto que en los últimos años en La Liga 1|2|3 se han producido avances importantes y cada vez hay más permisividad y capacidad para invertir que en temporadas anteriores. Así, por ejemplo, durante la temporada 2017-2018 el club con un tope salarial más elevado fue el Granada, con 17,8 millones de euros. Un año antes, en la campaña 2016/2017, fue el Rayo Vallecano con 13 millones, y en la 15/16, el tope salarial lo fijó el Almería con 9,7.

Pese a la importancia de poder contar con un gran presupuesto para confeccionar la plantilla, hay muchos clubes que han demostrado en las últimas temporadas que el dinero no lo es todo en el fútbol. El Huesca es un claro ejemplo. El conjunto oscense ocupó la pasada temporada la quinta posición por la cola en cuanto a límite salarial se refiere (contaba con un tope de 5,3 millones de euros). Su meteórica campaña le ha conducido a jugar la temporada que viene en Primera División.