La primera consecuencia del ascenso del Mallorca a Segunda División es que Vicente Moreno queda ligado a la entidad hasta 2020. En el contrato que firmó el entrenador con el club el pasado verano se fijaron dos temporadas más otra opcional, que se convertiría en definitiva en el caso de subir. De esta manera, el preparador de Massanassa, uno de los grandes responsables de este regreso a la Liga de Fútbol Profesional, estará vinculado dos cursos más al banquillo de Son Moix. Una buena noticia para el mallorquinismo, que ya desde el principio de la campaña demostró su cariño por el valenciano. Los buenos resultados y su carisma han elevado su popularidad hasta el punto de que es uno de los más queridos por la afición.

Moreno, que ya dirigió al Nàstic de Tarragona en Segunda y que lo llegó a clasificar para el play-off de ascenso a Primera, tiene la posibilidad de diseñar, junto a la dirección deportiva, un Mallorca competitivo después de haber cumplido con el primer objetivo para el que se le fichó. El técnico, de 43 años, ha pasado siempre por ser una persona muy discreta. Le gusta pasar desapercibido.

Como ex futbolista profesional, sabe mejor que nadie que el protagonismo es siempre de los jugadores. Nunca le ha dado un ataque de importancia y, como todos sus colegas, tiene asumido que al entrenador siempre se le acaba matando. Por lo que, de forma inteligente, se dedica ahora a saborear el éxito, aunque en las celebraciones siempre ha preferido estar en un segundo plano. Ya ha reconocido que está trabajando en el proyecto de la próxima campaña, en la que estará ayudado por Dani Pendín, un especialista en las jugadas de estrategia, el preparador físico Dani Pastor y el preparador de porteros, Fernando Maestro.

Moreno, que hoy ya preparará el partido de ida de la final por el título de Segunda B ante el Rayo Majadahonda, explicará mañana ante los periodistas sus sensaciones de cara a lo que ha sido su exitosa campaña y, sobre todo, acerca de lo que quiere para la próxima. El Mallorca, tras la vuelta ante los madrileños, se irá de vacaciones. Y Moreno quiere dejar los deberes hechos.