Concluidos los fastos del ascenso a Segunda, la pregunta que se formula ahora la afición del Mallorca es qué va a pasar a partir de ahora. Qué equipo se verá la próxima temporada en la categoría de plata, si uno que sufra para mantener a duras penas la categoría, u otro ambicioso y que pelea por las plazas de privilegio.

A la hora de planificar la próxima temporada, el consejero delegado Maheta Molango, el director deportivo Javier Recio y el entrenador Vicente Moreno deben tener claras las prioridades. El club debe afrontar el hándicap del límite salarial. No puede invertir en fichajes a la ligera, sino que tiene un tope de gasto que no puede superar bajo ningún concepto. La actual plantilla del Mallorca ha cumplido con la exigencia inexcusable del ascenso. Muchos de los futbolistas del plantel de Moreno tienen contrato en vigor, pero parece claro que, si no una profunda remodelación, un buen número de jugadores deberán dejar paso a fichajes, que se antojan imprescindibles para, al menos, pasar una temporada sin apuros clasificatorios.

El equipo no comenzará las vacaciones hasta el próximo 11 de junio, el día después de disputar el partido de vuelta por el título honorífico de campeón de Segunda B contra el Rayo Majadahonda. Pero hasta ese día, está previsto que los máximos responsables empiecen a planificar la próxima temporada y se pongan nombres sobre la mesa de jugadores susceptibles de interesar. Aunque es pronto para sacar conclusiones, lo lógico es que la gran mayoría de la columna vertebral del equipo titular continúe. Otra cosa son los futbolistas que se han pasado más tiempo en el banquillo o en la grada que en el terreno de juego. Desde el club se considera que en la actual plantilla hay mimbres suficientes para realizar un papel digno en la categoría de plata. Pero se hace imprescindible reforzarse si se quiere aspirar a ser protagonista.

El ascenso a Segunda era el gran e ineludible objetivo. Pero no el único. El propietario Robert Sarver no desembarcó en el club para militar en Segunda, sino para codearse con los grandes del fútbol español y participar de los millonarios ingresos que genera estar instalado entre los veinte mejores.

El compromiso de los Sarver, Kohlberg, Nash y compañía es encomiable. Para los más escépticos, quedó demostrado en noviembre del año pasado cuando aprobaron una nueva ampliación de capital de diez millones de eurosampliación de capital de diez millones de euros, que sirvieron para hacer frente al último pago de seis millones de euros a los acreedores del concurso.

De hecho, Sarver ya ha inyectado treinta millones al club desde que aterrizara en el club en enero de 2016, una cantidad que evidencia su compromiso con la entidad. Y parece que por mucho tiempo. Sin ir más lejos, el consejero Steve Nash, que en Miranda de Ebro se ha comportado como un hincha más, lanzó un mensaje ayer de confianza y autocrítica en su cuenta de Twitter: "Aprendimos de nuestros errores, hicimos un plan, obtuvimos mucha disciplina de entrenadores, jugadores y del personal. Orgulloso de ellos, pero muy feliz por los fanáticos. Este es tu club ... seguiremos construyendo para ti".