Decía Vicente Moreno el domingo sobre el mismo césped de Anduva que ya habrá tiempo para pensar en el futuro, pero es evidente que fue un mensaje de cara a la galería. El técnico del Mallorca, que reconoció con una enorme sonrisa que "lo normal es que siga" en el banquillo bermellón, tiene claro que el proyecto del próximo curso en la Segunda División será muy diferente al de la presente temporada. Y más allá de los objetivos que se fijen, algo que no es baladí, está claro que la actual plantilla sufrirá sustanciales cambios para afrontar con garantías el regreso a la Liga de Fútbol Profesional. Hay muchos futbolistas que tienen contrato en vigor, pero eso no significa que vayan a estar la próxima campaña. El preparador valenciano consensuará el plantel con el director deportivo Javier Recio y con el consejero delegado Maheta Molango, pero con un condicionante importante: el tope salarial.

Este límite es el importe máximo que cada club podría llegar a consumir a lo largo de la temporada, incluyendo el gasto en el primer equipo, referido a jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico; y el gasto en filiales, cantera y otras secciones.

En la planta noble de Son Moix necesitan conocer de cuánto disponen para definir qué tipo de plantilla pueden aspirar a confeccionar. Eso sí, por la experiencia de hace dos cursos en Segunda, ha quedado demostrado que disponer de más masa salarial no es sinónimo de mejores resultados, ya que a pesar de que los baleares estaban en la parte alta de la tabla en este aspecto, acabaron descendiendo. Tanto Recio como Molango están obligados a demostrar que han aprendido de los errores después de aquel catastrófico episodio que, ellos mismos, de la mano de Moreno y este equipo, se han encargado de subsanar justo un año después. Por eso es importante acertar, tanto en las altas como en las bajas.

Parece segura la continuidad del grueso del equipo titular de este curso, pero poco más. Manolo Reina, Xisco Campos, Raíllo, Bonilla, Pedraza, Salva Sevilla, Lago, Aridai, Álex López y Abdón, aunque también depende de lo que haya en el mercado y de las opiniones del propio Moreno, que ya sabe lo que es ascender con el Nàstic y afrontar, con solvencia, el siguiente curso en Segunda. Uno de los futbolistas que tendrá más novias es Joan Sastre, que en su primer año con los mayores ha ofrecido un sensacional rendimiento. Hay clubes de la Premier League que han preguntado por el de Porreres, que renovó contrato la pasada Navidad, por lo que está por ver si el Mallorca estaría dispuesto a desprenderse de uno de sus activos, a no ser que la cantidad económica que pudiera recibir el club fuera mareante. También será importante la opinión del técnico sobre la continuidad de Faurlín o Ndi, jugadores que han demostrado buen nivel en Segunda en el Getafe y Sporting pero que este curso, tras llegar en enero, han tenido un papel residual. Pol Roigé y Bryan Reyna, cedidos en el mercado invernal, regresarán este verano y está por ver qué sucede con su futuro, al igual que con el de Bustos, Salva Ruiz, Giner o Damià Sabater, entre otros. Los despachos sustituyen al balón. Prohibido equivocarse.