Un año después del drama del descenso a Segunda B y la ruptura con el club que se escenificó en Son Moix entonces, el mallorquinismo celebró masivamente ayer por las calles y plazas de Palma el retorno de su primer equipo a Segunda A. Un ascenso "muy trabajado y complicado", "cruzando el desierto", según detalló el gran artífice de la conquista, el entrenador valenciano Vicente Moreno. Escueto y sin alardes.

Unos 1.500 aficionados -en su mayoría muy jóvenes- recibieron entregados, satisfechos y derrochando euforia, a la plantilla y cuerpo técnico del Real Mallorca, quienes comparecieron en la Plaça de Cort con más de media hora de retraso sobre lo previsto y a bordo de un autocar turístico, descubierto en su piso superior.

El último once del Lluís Sitjar

La alborotada plantilla bermellona y sus responsables técnicos -con Abdón Prats como gran animador- fueron recibidos como héroes, al grito único de "a Primera, a Primera, el Mallorca es de Primera". Una tonada que -posteriormente- les trasladó en calidad de exigencia el batle Antoni Noguera, coincidiendo con su recepción a los futbolistas, técnicos, directivos y empleados del club, en el vestíbulo de Cort.

El alcalde de Palma, un mallorquinista de raza, no se escondió y demostró que por sus venas corre la sangre barralet, adornando su discurso recordando de un tirón el once titular de Héctor Cúper con el que el Real Mallorca se despidió en 1999 del legendario y añorado Estadi Lluís Sitjar. Un souvenir con el que Noguera dejó boquiabierto a más de uno. Especialmente a quienes hasta ayer desconocían su militancia rojilla.

En la recepción en la sala de plenos de Cort, con reconocimientos muy especiales, y alguno de ellos muy concreto, quien tomó la palabra en nombre del Real Mallorca, fue su consejero delegado, Maheta Molango, quien en apenas un año ha revertido la situación que le convirtió en el centro de las iras y señalado como el culpable de la frustración del mallorquinismo por su descenso a Segunda B, tras 36 temporadas consecutivas disfrutando de fútbol profesional.

El ex futbolista suizo, y ahora máximo responsable ejecutivo de la gestión administrativa y deportiva del Real Mallorca, se declaró "muy orgulloso" con el equipo del ascenso y con todos sus colaboradores, destacando que "el Mallorca ha vuelto a Segunda A"."el Mallorca ha vuelto a Segunda A". Una frase que fue masivamente aclamada en la sede del Ajuntament, para después destacar con optimismo que "el ascenso a la Segunda División A debe ser el primer paso de muchos más".

Posteriormente, los componentes de la plantilla del Mallorca se dirigieron uno a uno desde el balcón de Cort a los más de 1.000 incondicionales que coreaban sus nombres. Abdón Prats, con una bengala encendida en mano, dirigió el turno de presentaciones. Lago Júnior, Salva Sevilla, el portero Manolo Reina, Sastre y LagoSalva SevillaReinaXisco Campos fueron de los más aclamados.

El recuerdo de Pedraza

Sin embargo, quien llegó ayer más al corazón de los aficionados rojillos con sus palabras fue Marc Pedraza, recordando a la figura de su malogrado padre, el llorado Ángel Pedraza. Uno de los grandes capitanes del Real Mallorca en la década de los 90, junto a Esteve Fradera y 'Chichi' Soler.