Si para alguien era especial el ascenso a Segunda División este era Marc Pedraza. El hijo del mítico excapitán mallorquinista llegó este verano al club con el recuerdo presente de su padre. "En la primera persona de la que me he acordado cuando el árbitro pitó el final es de mi padre, solamente se lo puedo dedicar a él", confesaba emocionado el centrocampista bermellón en referencia al fallecido Ángel Pedraza.

El catalán quiso destacar lo "complicado que es volver a subir en solamente una temporada" y alabó el hecho de que "con este cuerpo técnico se puede conseguir todo".

En esta misma línea coincidía Antonio Raíllo. El central andaluz quiso destacar que el equipo "ha trabajado mucho y sabíamos que era muy difícil volver en un año" y agregó que "la gente no sabe lo complicada que es esta categoría".

Una vez finalizado el encuentro y con las emociones a flor de piel, lo más repetido por los futbolistas del Mallorca eran los elogios y palabras de gratitud hacia la sufrida hinchada mallorquinista. El propio Raíllo reconocía que "todos hemos sufrido mucho pero, con una afición así, vale la pena". Pedraza también reconoció que la comunión entre la plantilla y la grada "nos ha permitido vivir momentos únicos".

"El mallorquinismo está ahora más unido que nunca", destacó Abdón Prats. El delantero de Artà fue uno de los maestros de ceremonia en la improvisada celebración del ascenso con los desplazados a Anduva nada más terminar el encuentro.

El futbolista salido de la cantera quiso resaltar que "cuanto antes se sale de la Segunda B, mejor", agregando que "el club está ahora donde se merece".

Javier Bonilla fue protagonista al tener que ser sustituido en los primeros minutos del encuentro. "Ahora no quiero pensar en la lesión sino en celebrar esta gran alegría", declaraba el lateral izquierdo que recibió un fuerte golpe en la zona lumbar.