Casi dos días después de conocer el resultado del sorteo de los play-off de ascenso a Segunda División, Real Mallorca y Mirandés siguen sin llegar a un acuerdo para fijar la hora en la que debe disputarse el partido de vuelta en Anduva. "Las pretensiones son claras. El Mallorca se ampara en el Reglamento de la Federación, que defiende los intereses de los equipos isleños, para solicitar que el encuentro se dispute a las 12 del mediodía del domingo 27 de mayo", reconocía ayer el consejero delegado Maheta Molango a este diario. Por su parte, el club burgalés apuesta por jugar el envite a las 18 horas, horario al que están más acostumbrados sus jugadores.

Si ninguna de las partes finalmente cede, es muy probable que ambos clubes concedan a la televisión la última palabra sobre el horario en el que debe disputarse el encuentro más importante de la temporada para ambos equipos. Lo que sí se oficializó ayer fue la cita del próximo domingo en Son Moix, a las 12 del mediodía.

Vicente Moreno es un hombre de rutinas al que le gusta tener todo controlado, por eso a lo largo de la temporada ha apostado por el mismo hábito partido tras partido. Sesión de recuperación el lunes, jornada libre el martes, rutina de entrenamientos a lo largo de la semana, fijando el último entreno en la matinal del sábado. Desplazamiento o descanso por la tarde y partido el domingo por la mañana.

Este planning solo se ha visto trastocado en tres ocasiones. En la tercera jornada, en la que Baleares y Mallorca coincidieron en disputar el partido en Son Malferit el sábado por la tarde. En la undécima ante el Formentera, por motivos de desplazamiento entre islas y en la última jornada ante el Deportivo Aragón, que se adelantó al sábado para poder contar con un día más para preparar el play-off.

Por su parte al Mirandés le ocurre algo parecido. A su técnico Pablo Alfaro le han ido bien las cosas disputando la mayoría de encuentros el domingo por la tarde, por lo que tiene claro que no piensa ceder a las pretensiones del club bermellón. Los burgaleses ya han accedido a jugar el partido del próximo domingo a las doce.

Si finalmente ninguna de la partes cede, es muy probable que sea la televisión que retransmite los partidos de los play-off quien tenga la última palabra. BeIN Sports podría elegir el horario y obligar de esta manera a ambos clubes a disputar el partido cuando ellos indiquen. IB3 también retransmitirá ambos encuentros.

Y mientras todo esto se decide, el mallorquinismo sigue esperando noticias desde Anduva. El club burgalés, a día de hoy, todavía no se ha pronunciado a cerca de la cantidad de entradas que concederá al Mallorca para el encuentro en Miranda. Pese a que el club rojillo ha intentado ponerse en contacto con el rival en numerosas ocasiones, hasta el momento han sido incapaces de establecer una conversación con el área encargada de la gestión de las localidades, por lo que se desconoce el número de mallorquinistas que podrán entrar en el estadio.

Con el reglamento en la mano, el Mirandés tan solo estaría obligado a conceder un 5% de su capacidad a la afición rival, por lo que el Mallorca debería conformarse con solo 287 localidades, aunque desde el club rojillo se muestran optimistas y esperan poder contar con alguna entrada más. Desde la planta noble del Real Mallorca creen que si el plantel bermellón consigue sacar un resultado muy positivo en el partido de ida, el Mirandés se decida a conceder más entradas ante la posibilidad de que la afición local se enfríe.

Desde Halcón Viajes tienen claro que no pondrán en marcha ningúna operativa hasta no poder asegurar a los aficionados la entrada al estadio. En un principio la compañía trabaja solo en la organización de un único viaje y descarta la opción de acudir a Miranda durante todo el fin de semana. Un avión de 186 pasajeros partiría el domingo a las 5.20 de la mañana a Bilbao y regresaría, vía Vitoria, sobre la una y media de la madrugada.