Nadie quería abandonar su asiento en Son Moix, por mucho que el partido estuviera sentenciado, y mucho menos cuando el árbitro señaló el final. El mallorquinismo celebró el título de Liga del grupo tercero de la Segunda B en una jornada en la que, desde el principio, se respiró un ambiente especial. "Campeones, campeones" o el manido "que sí, joder, que vamos a ascender" se oyó en numerosas ocasiones a lo largo de la mañana, pero ninguna con tanta pasión como al final. Después de un lustro de decepciones, la afición y los jugadores festejaron este primer paso para recuperar parte del terreno perdido. Los futbolistas hicieron una piña en el centro del campo y los hinchas aplaudieron a rabiar, incluso los que no lo hacen nunca.

El locutor de Son Moix, Jaume Colombás, tuvo uno de esos días para lucir su repertorio. Más allá del himno del Mallorca, o el del Centenario, que los seguidores celebraron, se agradeció especialmente que sonara el famoso 'We are the champions' de Queen, que hacía mucho, quizá demasiado, que no sonaba por esos altavoces. Ahí los jugadores empezaron a saltar abrazados, mirando en primer lugar a la Tribuna Descubierta, después a la animosa Grada Lluís Sitjar y, por supuesto, a la Cubierta, la más poblada. Y el dueño Robert Sarver, que se ubicó en la zona VIP del campo, fue saludado uno a uno por la plantilla. Todavía queda el paso más importante, pero la comunión, por mucho que suene a tópico, que se vio entre el equipo y el mallorquinismo, es vital para afrontar con optimismo lo que se festejaría como un título. El ascenso es el objetivo, pero este es el camino. A ver si Freddie Mercury vuelve a sonar en tres semanas.

Los otros tres grupos no tienen todavía campeón

Habrá que esperar a la última jornada para conocer los otros tres campeones de grupo y posibles rivales del Mallorca. El Cartagena, que empató, el Rayo Majadahonda, que ganó, y el Mirandés, que firmó tablas, son los primeros.