Campeón de cabo a rabo. El Mallorca certificó ayer su clasificación para la eliminatoria de campeones del play off de ascenso a Segunda tras derrotar de manera clara al Badalona por 3-1. El equipo de Morenodemostró a lo largo de la temporada ser el mejor equipo de su grupo. Como es lógico, ha tenido altibajos que ha visto cómo su amplia diferencia sobre el segundo se reducía peligrosamente. Pero en el cómputo general de la temporada ha sido un líder, un campeón incuestionable.

Ahora llega la hora de la verdad para el Mallorca. Se juega gran parte de sus opciones de ascenso en la eliminatoria que le enfrentará a un campeón de otro grupo. Es verdad que, de fallar, gozará de una segunda oportunidad en otras dos eliminatorias, pero no sería lo mismo. Entre otras cosas porque perder la primera ronda supondría para el equipo y la afición un mazazo de incalculables consecuencias. Este equipo, esta plantilla, está hecha para ascender. Pero hay que pensar en positivo porque, si bien es verdad que cuando el equipo juega lejos de Son Moix su rendimiento deja mucho que desear y presenta muchas dudas, en Palma el equipo es fiable. Y, como ayer ante el Badalona, da la impresión de que en cuanto se lo proponen, son capaces de derrotar a cualquier equipo sin contemplaciones. Es lo que necesitará en el play off. No será un partido de Liga más. El equipo se lo debe plantear como una eliminatoria de Copa, buscando el mayor número de goles posible para evitar sustos innecesarios.

El partido tuvo poca historia, tanta como el tiempo que estuvo Abdón en marcar el primer gol, tres minutos. El delantero de Artà, de nuevo enchufado de cara a puerta tras estar dieciocho partidos sin puntería, cruzó al segundo palo un centro de Sastre, en posición de extremo. Parte del mérito del gol hay que otorgarlo a Álex López, que de forma inteligente ha dejado pasar el centro de Sastre para que Abdón rematara.

Tras el gol llegó un largo periodo de relajación. Ante la escasa ambición del Badalona, el Mallorca se ha dedicado a dejar que pasara el tiempo. El resultado era magnífico, además teniendo en cuenta que el empate también le valía para ser campeón. No pasó nada hasta cinco minutos antes del descanso. Abdón se hace con el balón en el centro del campo y pasa al hueco a Aridai quien, con la colaboración del portero Marqueta, un amigo, marca el segundo. El partido y la primera plaza estaba sentenciado con toda la segunda parte por delante.

El segundo periodo se desarrolló según el guión previsto. El Mallorca sin hacer un esfuerzo de más y el Badalona en busca de un gol que le metiera de nuevo en el partido. La tuvo Robert a los nueve minutos cuando se ha plantado solo ante Reina, pero el portero rojillo se ha lucido enviando el balón a córner en lo que fue su primera intervención en el encuentro. En el 65 se ganó la ovación de la grada al detener como un felino un remate en el área pequeña de Rivas, que acababa de entrar. Y a quince minutos del final ha llegado la obra maestra de Salva Sevilla al marcar desde treinta metros. Un premio gordo a un jugador diferente, sin duda, el de más calidad de la plantilla.

El gol de Xisco Campos en propia puerta a siete minutos del final se ha quedado en anécodta. El primer puesto era del Mallorca desde el minuto tres. Empieza lo bueno. La celebración al final del partido, con Sarver como uno más, debe ser el aperitivo de lo que espera el último domingo de este mes de mayo, en que debe acabar la pesadilla de militar en una categoría infame.