El Mallorca B inició ayer el ensayo para entonar en tres semanas el alirón que, todo apunta, le debe reconocer como campeón de la Tercera Balear. El gol de Gerardo, en jugada a balón parado y cuando su equipo estaba en inferioridad numérica, y con el que empató, así se lo permite, al tiempo que retrasa al conjunto pitiuso cinco puntos por detrás del líder.

Rufete se estrenó al frente del Ibiza con un insuficiente empate ante el filial rojillo, que sepulta las opciones del equipo pitiuso de conquistar el título de Liga.

El tanto del líder, en las postrimerías del partido -minuto 83-, hizo justicia a los méritos de unos y otros. Especialmente cuando el conjunto eivissenc, que fue mejor en la primera parte, decidió tras el descanso caminar por la cuerda floja y desafiar sin argumentos la superioridad técnica y de fuerzas del Mallorca B. Una temeridad que terminó pagando con una derrota que le relega al tercer puesto en la clasificación.