Faltan seis jornadas para el final de la Liga regular y el Mallorca. Seis puntos al Villarreal B, que en realidad son siete porque el conjunto rojillo dispone del golaverage a favor, y siete sobre el Elche, equipo que no ha arrojado la toalla y al que debe visitar el próximo día 15 en un partido que se antoja clave.
Esto significa que al equipo de Moreno, que lleva un mes y medio sin conocer la victoria, le bastan matemáticamente cuatro triunfos para finalizar primero, el primer gran objetivo de la temporada. Pero incluso le puede ser suficiente con tres dada la irregular trayectoria de sus principales rivales en la lucha por el liderato. El último ejemplo se produjo el pasado domingo. Elche y Villarreal B se veían las caras en el Martínez Valero en una oportunidad única para recortar puntos al Mallorca, que horas antes había perdido en la ciudad deportiva de Paterna ante el Valencia Mestalla. Empataron sin goles, dando un respiro a los rojillos y minimizando en parte el tropiezo ante el filial valencianista.
De los seis encuentros, tres son en Son Moix y los otros tres fuera. Se antoja imprescindible solventar los partidos de casa por si se vuelve de vacío de Elche y Sabadell, algo que hace unos meses podía sonar incluso a quimera, pero que dado el pésimo momento del equipo es hasta probable. Lleida, el próximo domingo, Olot y Badalona son los rivales que deben pasar por Palma. El conjunto de la terra ferma llegará con el mazazo que le ha supuesto perder en casa ante el Formentera; el Olot es un equipo en alza pero no hay excusa que valga, se le ha de ganar; y el último rival en Palma será el Badalona, que el domingo interrumpió una racha de siete victorias consecutivas con un empate ante el Alcoyano. Será un rival complicado.
Los desplazamientos son a Elche el día 15, un partido marcado en rojo por los mallorquinistas. Una victoria sería un golpe sobre la mesa y prácticamente certificar la primera plaza. La penúltima salida es a Sabadell, el día 29, y cierra la Liga visitando al Deportivo Aragón, el 13 de mayo, un partido que puede ser de trámite si la primera plaza está asegurada o la auténtica final por esa privilegiada posición. Un encuentro que debe acabar en victoria para los rojillos en cualquiera de los dos casos porque el filial del Zaragoza ya es matemáticamente equipo de Tercera, por lo que únicamente se jugará la honrilla, si no están pensando ya en las vacaciones. Sin embargo, todo pasa por que el equipo reaccione de una vez.
