"Le gusta llevar siempre la misma rutina y está pendiente de todo lo que puede afectar al equipo, incluso los más pequeños detalles", desvela un miembro del vestuario del Mallorca sobre la figura del entrenador Vicente Moreno. El valenciano tiene claro que una de las claves del éxito para que los jugadores rindan sobre el césped reside en muchas de las cosas que se hacen fuera de él. El valenciano no es de los que dejan nada a la improvisación. Ni mucho menos. Quiere que sus futbolistas, si el entrenamiento empieza a las 10:30 horas, desayunen todos juntos en el 'players lounge' de Son Bibiloni a partir de las 9. Y que coman bien. "Siempre habla con el médico sobre los temas de nutrición, le gusta saber qué comen los futbolistas", destaca. Y ya desde el principio de temporada ha institucionalizado que todos los jueves la plantilla se reúna para comer, también en la ciudad deportiva.

Moreno deja trabajar a los responsables de cada parcela, pero le gusta estar al corriente de todo. Incluso de los horarios de los partidos. Y el ejemplo del esperado derbi ante el Atlético Baleares de este mes es paradigmático. Cuando fue cuestionado al respecto, no lo dudó. "Quiero jugar a la hora de siempre, en domingo a las 12", respondió. No es amante de romper las costumbres, sobre todo en un duelo tan especial. Su preferencia fue una orden para el club, que ni se planteó jugar el sábado, otra opción que estaba sobre la mesa por el interés de IB3 Televisió de que se jugara a las 21 horas. Y en los desplazamientos también quiere tener conocimiento del plan de viaje, tanto los horarios de los vuelos de ida y vuelta como de la llegada al hotel de destino. "Tiene muy en cuenta los descansos que pueden tener los futbolistas antes de los partidos, por eso lo pregunta todo", explica. Moreno también ha sido futbolista, un mediocentro defensivo que debutó en Primera División curiosamente en Son Moix ante el Mallorca. Su última experiencia en el Xerez, donde era uno de los capitanes y en el que no cobró durante meses, le curtió mucho. Sabe de sobra cómo piensan sus pupilos porque no hace tanto él estaba en su misma situación. Y aunque suene a tópico, es de los primeros que llegan y de los últimos que dejan la ciudad deportiva. "Se encierra en su despacho y mira vídeos, tanto propios como del rival, muchas veces solo, aunque también le acompañan sus ayudantes Dani Pendín y Xim López, que es el encargado de surtirle de informes del adversario de turno", cuenta.

"Sabe manejar los tiempos y eso hace que el jugador esté a gusto, aunque siente su exigencia siempre", desvela sobre el entrenador elegido, tras su exitosa experiencia en el Nàstic, para devolver al Mallorca a Segunda. De momento, con el equipo líder, está en el camino correcto.