El mallorquinismo llora la muerte de Federico Calero (1958) por culpa de una enfermedad, un ex jugador que defendió los colores bermellones entre 1977 hasta 1981 y que vivió un descenso a Tercera y dos ascensos, uno a Segunda B (1979/1980) y otro a Segunda (1980/1981) en dos temporadas históricas de un equipo que lideraba Paco Bonet. Calero, que ocupaba la posición de central y en algunas ocasiones la de lateral, ya fue un destacado jugador desde las categorías inferiores. Se proclamó campeón de España juvenil con el Real Madrid, desde donde llegó al Mallorca. Calero, después de su etapa como profesional, fue seleccionador femenino de Balears, entre otros cargos. El Mallorca dio el pésame ayer a través de las redes sociales a su familia. Uno de sus hijos es ayudante en el cuerpo técnico del Constancia y su hija Bel es atleta.