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Fútbol / Segunda B

La diferencia está en el calendario

Mallorca y Balares han afrontado una agenda totalmente dispar en este inicio de temporada

El Mallorca y el Atlético Baleares han arrancado la competición de modo antagónico. Los de Vicente Moreno, sumando 13 de los 15 puntos disputados, los blanquiazules, con un discreto 8 de 15. Los rojillos no han cedido punto alguno en Son Moix (9 de 9) mientras que el once de Armando de la Morena solo ha conseguido dos empates -uno de ellos frente al Mallorca- y encajado una única derrota precisamente en su terreno de juego, Son Malferit. El balance, 8 puntos de 15 disputados. Poco más del cincuenta por ciento de los puntos disputados hasta el momento.

Puestos a mirar el porqué de este arranque, hay un factor que suele ser clave en este tipo de competiciones: el calendario de la Liga. El caprichoso sorteo ha querido que el arranque del Real Mallorca sea benévolo en grado sumo, mientras que al Baleares se le ha confeccionado un camino deportivo mucho más duro de entrada, jugando con rivales en su gran mayoría destinados a estar en la zona media-alta de la clasificación. Justo al revés que los rojillos.

Si bien es cierto que al final de una competición, uno juega contra todos, la realidad es que según los rivales con los que uno arranque la temporada, llegar al objetivo final puede ser o bien un camino de rosas o un lodazal lleno de espinas y alambres.

En este sentido, el camino del Real Mallorca ha sido del todo placentero, sumando 13 puntos de 15, aunque todos sus triunfos nunca han sido por más de un gol de diferencia. Peralada (0-1), Peña Deportiva (1-0) y Atlético Saguntino (3-2) son rivales que en ningún caso estarán en la lucha por ocupar la zona noble. Más exigente fue el encuentro frente a un recien ascendido como el Ontinyent (0-1) y donde peor lo pasó -aquí sumó su único empate hasta el momento- fue en la cancha del Atlético Baleares (0-0).

Lo mismo este fin de semana

Para este domingo, otro rival 'caritativo' de cara a los intereses del club centenario: el Llagostera. A partir de aquí, la siempre complicada visita al Collao y jugar frente al Alcoyano. Tras la visita del siempre complicado Cornellà a Son Moix le tocará visitar el campo del modesto Ebro de Zaragoza, cerrando el primer decálogo de confrontaciones frente a un rival de fuste como es el Villareal B en Palma. Un calendario que asemeja en poco al que le ha tocado a un Atlético Baleares. La derrota en la jornada inaugural, precisamente frente al Villareal B (0-1) ha marcado el devenir de un once blanquiazul sobresaliente como visitante, sumando seis puntos en canchas tan exigentes como la del Formentera (0 a 2) y Valencia Mestalla (1-2), mientras que en casa es donde hasta el momento está fallando el equipo blanquiazul. Los empates frente al Real Mallorca (0-0) y el áspero Lleida (1-1) dejan bien a las claras que los contrincantes con los que ha lidiado hasta ahora el cuadro de Armando de la Morena han sido equipos -a excepción del Formentera- que aspiran a lo mismo que los blanquiazules: meterse en zona de play-off.

Y lo que le espera tampoco es moco de pavo. Este domingo, visita la cancha del líder, el Elche. Después recibirá a un asequible, Olot. La Nova Creu Alta volverá a exigir lo máximo a los blanquiazules en su visita al Sabadell, mientras que el Badalona intentará reverdecer recientes fantasmas (el año pasado ganó los dos partidos al Baleares) suavizándose el horizonte en la décima jornada, recibiendo en casa al flojísimo Deportivo Aragón.

En definitiva, dos calendarios que hasta el momento son dos mundos totalmente diferentes, dos realidades que, por ahora, van en paralelo.

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