No fue nada fácil reunir a dos acérrimos aficionados del Real Mallorca para conocer sus impresiones de cara al derbi que mañana jugarán sus equipos en Son Malferit,impresiones de cara al derbi que mañana jugarán sus equipos en Son Malferit después de 37 años sin enfrentarse en competición oficial. Comentarios como "yo no tengo nada que hablar con esa gente" o "a mí no me juntes con esos" (en referencia a los aficionados rivales) fue la contestación que tuvo el que suscribe en las primeras tomas de contacto con los hinchas de ambos clubes, circunstancia que cuestionaba la supervivencia de esta entrevista.

Dos personas representativas de la afición sí accedieron a la petición de DIARIO de MALLORCA, después de conocer con exactitud con qué finalidad les citaba este medio. Acudió por parte del Mallorca Miquel Mesquida, presidente de la Penya Barralet, una de las más significativas del club bermellón, y que fue máximo dirigente de las peñas mallorquinistas hace varios años. Del bando del Atlético Baleares asistió Miquel Pou, presidente de las peñas del club blanquiazul y fiel seguidor balearico.

El encuentro se tuvo que hacer en un lugar neutral ya que ambos se negaban a acudir al feudo rival o lugares vinculados al club 'enemigo'. Fueron citados el mediodía del pasado miércoles en la céntrica calle 31 de Diciembre de Palma. Llegó primero Mesquida. Lo hizo con una camiseta roja de su peña que conmemora el centenario de su equipo. "Ellos -en referencia al Atlético Baleares- no pueden poner esto en su camiseta", sacaba pecho el rojillo, que además llevaba para la ocasión una bufanda y una réplica en miniatura de la Copa del Rey lograda por el Mallorca en el año 2003. "Se la enseñaré ya que no tienen ninguna", añadió mientras manipulaba su teléfono móvil. "Es el grupo de mi peña. Me preguntan que qué hago aquí y que no haga la entrevista, que no hay nada que decir a los balearicos", siguió hablando un espitoso Mesquida.

Miquel Pou también fue puntual. Mesquida le vio desde lejos por la camiseta que portaba del Atlético Baleares. "Ya, ya lo veo. Me duelen los ojos de verla. Parece nueva, se la habrá puesto a propósito para la entrevista (este medio pidió a los entrevistados que llevarán una elástica de los colores de su club)", continuaba hablando sin parar Mesquida. La toma de contacto entre ambos fue fría, más bien helada. Se ignoraron. Apenas se miraron y obviamente ni se dieron la mano. Mesquida continuaba hablando. Accedieron a fotografiarse juntos, pero separados uno del otro, y a que se les formularan las preguntas.

Mesquida seguía llevando la voz cantante ante un Pou que estaba muy comedido y que encajaba deportivamente los comentarios de su rival. "El derbi lo veo 'barralet' al cien por cien. No hay ninguna duda que nos los 'passarem per la pedra', así de claro y así lo siento. Tras 37 años no es que nosotros quisiéramos enfrentarnos a ellos, sino que eran ellos los que deseaban medirse al Mallorca. Ha llegado ese día y por fin el Atlético Baleares se podrá enfrentar a un gran equipo, porque hasta ahora se habían enfrentado a...", señala Mesquida. Pou escucha y replica: "Tengo ganas del derbi al igual que nuestra afición. Después de tanto tiempo lo vivimos con mucha pasión, con ganas, pero pienso que siempre dentro del realismo y la humildad por parte nuestra. No es para nosotros en estos momentos el tema más importante, sinceramente. Tenemos otra batalla más importante que el derbi, el Estadio Balear. Es la prioridad absoluta".

Pou rebaja la euforia bermellona diciendo: "Pienso que después de estar 37 años en varias categoría por debajo de ellos -"habéis estado en Preferente", le recuerda Mesquida- que en estos momentos el porcentaje sea 4 a 1 (ocho mil socios rojillos contra dos mil balearicos) o dice mucho de nosotros o muy mal de ellos. Tras casi 40 años, tras ganar la Copa del Rey y jugar la Liga de Campeones (Mesquida le interrumpe y le enseña la réplica de la Copa. "¿Llevas la tuya?", le pregunta; "Ah no, que no tenéis", (se responde a sí mismo). No es para tirar campanas, lo normal sería 10 a 1 o 20 a 1. Ellos nos daban por muertos en estos momentos y no estamos muertos, al revés, estamos más vivos que nunca. Es más -prosigue Pou-, cuando estéis 37 años en Segunda B y en Tercera ya me dirás tú de estos ocho mil cuántos quedan. Bueno, no importan 37, basta cuatro años". "Esto no lo veréis", le responde. "Tampoco os teníamos que ver en Segunda B y mira dónde estáis", le contesta. "Sí, vaya putada que fue. Vosotros celebrasteis más esto que la copa esa que ganasteis, ¿cómo se llamaba? ¿Copa Federación?", replica Mesquida.

Se le cuestiona al representante del Mallorca si se imaginaba jugando este partido en Segunda B ante el Atlético Baleares. "No, nunca", dice y se oye: "Yo sí que los veía". "La verdad es que nuestro fondo es su techo. Nosotros lo tendremos muy mal para subir ya que no será un camino de rosas, pero pienso que seremos como el Albacete el año pasado, bajar y subir. No queda otra", comenta Mesquida, que añade: "El mundo del fútbol tiene esto, siempre tiene que haber uno debajo y por desgracia vuestra os ha tocado a vosotros". "Nosotros estamos orgullosos de ser lo que somos, nosotros somos el equipo de la gente pobre, humilde. Nunca hemos tenido ni gente rica ni el apoyo del poder como vosotros", le echa en cara Pou. "Nosotros toda la vida hemos sido señores. Señores en mayúsculas", enseguida le contesta Mesquida. "Una cosa es tener dinero y la otra señorío", le dice Pou."Yo sabía que bajarían a Segunda B. Cuando Javier Olaizola era el entrenador tuve clarísimo que bajarían. Cuando vi que los aficionado suyos, tal vez por miedo a los 'Supporters', que eran los que daban toda la fuerza a Olaizola, cada semana callaban y callaban y el equipo iba perdiendo, dije estos acaban en Segunda B. Repito, el que lo bajó fue Olaizola y los 'Supporters'", opina el blanquiazul.

El bermellón enseguida le replica: "Olaizola es un diez para nosotros. Siempre será un hombre muy querido por los mallorquinistas. No te olvides". "Menos mal que es querido ya que lo habéis despedido, eh", le dice Pou. "Acabó su trabajo. De los 'Supporters' no hablaré", le contesta.

Ambos lamentan que este partido se jugué en un recinto con solo 2.200 espectadores. Y surge la confrontación ahora de sus instalaciones. Miquel Mesquida (M.M.): "Ellos no tienen estadio y nosotros sí". Miquel Pou (M.P.): "El estadio que mencionas no es vuestro". M.M.: "Tú no verás a nadie más jugar en Son Moix que no sea el Mallorca, te lo aseguro". M.P.: "Es que no quiero jugar allí, y menos en un estadio de atletismo. Estoy convencido de que la propiedad actual hará los pasos necesarios para que en 2018 estemos en el Estadio Balear. Recuperar el estadio es nuestro futuro. Nos lo garantiza". M. M.: "¿Tenéis estadio?". M.P.: "Sí, y bien grande. Vosotros tenéis un polideportivo con pistas de atletismo". M.M.: "Sí, sí. Un recinto de Primera y con un césped de calidad y unos asientos que dan envidia".

Pou reconoce que el estadio es un problema para el Atlético Baleares: "Este es nuestro drama, no tener actualmente un recinto con mucha capacidad y en condiciones". M.M.: "Ah sí, que habéis contratado eso de las verbenas para poner a la gente -en referencia a las gradas supletorias que se han instalado en Son Malferit para aumentar su aforo-. ¿En estos momentos? Ni ahora ni nunca. Ya sé que os pone nerviosos que nosotros tengamos". M.P.: "Vosotros no tenéis. Estáis de alquiler en un estadio polideportivo". M.M.: "Mira, solo la mitad de Son Bibiloni vale más que todo lo que tenéis vosotros". M.P.: "Son Bibiloni no es el nombre oficial, en todo caso le diría Son Reus, aquello es Son Reus". M.M.: "Lo que haría de vosotros es hacer una foto del campo lleno para que la enmarquéis al ser algo histórico y luego la ponéis de recuerdo". M.P.: "Tenemos muchas con el campo lleno". M.M.: "La última fue la promoción con el Lugo que os eliminó de la fase de ascenso. Cogí una borrachera que no veas".

A ambos, que aseguran que ya nacieron siendo de sus respectivos equipos, se les pregunta qué significa oír al nombre de su rival. M.M.: "Yo soy 'barralet' y me moriré sin poder ver y sufrir a los balearicos, esto lo tengo claro. Soy más antibalearico que del Mallorca. Soy barralet. Todos los barralets son mallorquinistas a muerte. Disfruto más de ver perder al Atlético Baleares". M.P.: "Coincido plena y totalmente. Soy del Atlético Baleares a muerte y me alegran las derrotas del Mallorca, y últimamente ha habido muchas". M.M.: "Un día que fui de un equipo que no era el Mallorca. Fui del Albacete. Nunca había sufrido tanto, menos mal que se hicieron el gol en propia puerta y fueron eliminados". M.P.: "Disfruté mucho mirando el partido del Mirandés que significó el descenso del Mallorca. Fue un día grande".

En cuanto a si vaticinan un resultado, Mesquida es el único que se moja. M.M.: "0-1 con gol de Vallori en propia meta. Mando recuerdos al defensa, por cierto". M.P.: "Aquí hemos de ser absolutamente realistas. Soy muy fanático, mucho. Deportivamente es evidente que ellos son favoritos aunque les quiera ganar por 8-0, y me quedo corto, ellos son favoritos". M.M.: "Claro que somos favoritos, somos el Mallorca. Ganamos en el Bernabéu y en el Camp Nou". M.P.: "Vivís de recuerdos". M.M.: "Bueno, 16 años seguidos en Primera te parece poco". M.P.: "Repito, recuerdos y recuerdos". M.M.: "Vosotros lleváis 75 años de recuerdos natos". M.P.: "¿Dónde está el Arenas de Getxo?, que ganó la Copa del Rey y nadie se acuerda de él. Esto es vivir del pasado". M.M.: "Esto no tiene precio,-coge la réplica de la Copa del Rey nuevamente se la enseña y el escudo monárquico". M.P.: "No creo en esto, soy republicano". M.M.: "Otro rojo". M.P.: "Esta es otra diferencia entre tú y yo".

La rivalidad es tanta que queda reflejada en las siguientes palabras de Mesquida: "Prefiero ganar los dos partidos ante el Atlético Baleares y no subir de categoría. Lo tengo claro, ganarles y ganarles. Es que me pides cada cosa. Y no se lo pidas a él porque milagros en Lourdes". M.P.: "Subir. Las risas serían muy grandes. Lo importante sería eso, subir". M.M.: "Los tuyos te reñirán, no me atacas nada. Bueno, sois pocos aficionados balearicos". M.P.: "No creas, eso es lo que pensáis".

Ambos coinciden en que están contentos con las respectivas propiedades que regentan tanto el Mallorca -Robert Sarver- como el Atlético Baleares -Ingo Volckmann-. M.M.: "Nos ha salvado la vida, así de claro. Si se iba nos íbamos a la mierda". M.P.: "Nosotros estamos muy satisfechos por todo el trabajo que realiza y está haciendo en el club. Su aportación ha sido esencial". También coinciden que, pese la gran rivalidad, desean que impere la deportividad y buenas maneras mañana en el derbi. M.M.: "Que no haya nada ni de un sitio ni de otro, esto es lo principal. Que el partido lo gane el Mallorca. Dile a tu gente que nos trate bien que luego hay partido de vuelta en casa". M.P.: "No os preocupéis".

También piensan lo mismo acerca de si uno de sus referentes se marcha al eterno rival, consideran que "deportivamente está muerto". M.M.: "No hace falta que vuelvan -en referencia a toda la gente que había estado en el Mallorca y se ha ido al Atlético Baleares, tanto jugadores como entrenadores-". Los dos tienen hijas y aseguran que "han salido bien" al ser aficionadas de los equipos de sus padres. Les preocupa, aunque aún son jóvenes, los yernos. "No entrará en casa", dice Pou ante la posibilidad que su hija pudiera cortejar con un mallorquinista.

Finalizan amistosamente tras varios minutos tensos. M. M.: "Es un poco flojo pero ha mantenido el tipo, la verdad". M.P.: "Llevo toda la vida aguantando golpes". M.M.: "Eres muy flojo con tu equipo. Una cosa sí que te diré, nunca había estado tanto tiempo hablando con un balearico nato, y tengo setenta años". M.P.: "Una hora antes de la entrevista he hecho meditación y concentración en casa, había que mantener las formas". Ambos se despiden sin darse la mano. Ni se desean suerte.