Monti Galmés anunciará en los próximos minutos, de palabra y por medio de un comunicado oficial, que abandona la presidencia del Real Mallorca. El ya ex presidente, de 70 años, ha decidido dejarlo al sentirse partícipe del descenso del equipo a Segunda B y por su falta de sintonía con el actual consejero delegado Maheta Molango.

Galmés, que asumió la presidencia por petición expresa de Utz Claassen cuando el alemán se hizo con la mayoría accionarial, ha ejercido funciones de presidente institucional, como en su día Guillem Reynés, sin ninguna función ejecutiva. El empresario, que ha rechazado la oferta de continuar que le ha hecho el accionista norteamericano Andy Kohlberg, con quien mantiene una muy buena relación, ha sido un asiduo del palco de Son Moix, en donde más de una ocasión se ha sentido demasiado solo ante las protestas de los aficionados al seguir Molango los partidos como un aficionado más, fuera del palco.

De esta manera, la de Monti Galmés es hasta ahora la primera y única renuncia tras hacerse realidad el traumático descenso a Segunda B. Después del viaje a Arizona de Molango y el director deportivo Javi Recio, en el que ambos fueron ratificados en sus cargos por el principal accionista Robert Sarver, se levantaron voces que reclamaban la dimisión o renuncia de los máximos responsables de la pérdida de categoría.