Maheta Molango ya ha hecho oficial el tijeretazo a la plantilla del descenso. Salvo tres o cuatro casos aislados pendientes de resolver y en los que el nuevo entrenador tendrá mucho que decir, la plantilla que el pasado 3 de junio perdió la categoría en Anduva ya es historia. Molango ha tratado uno a uno la situación de cada jugador que tenía contrato en vigor. En algunos casos ha sido fácil de solucionar porque en los contratos se impuso una cláusula por la que se rescindía el contrato en caso de descenso, como así ha sucedido.

Los jugadores que aún tienen opciones de quedarse son Lago Junior, pendiente de que se confirme la llegada de Vicente Moreno, con el que coincidió en el Nàstic; Culio, que se ofreció a seguir y también dependerá de lo que decida el nuevo entrenador; Brandon, por quien se escucharán las ofertas que puedan llegar, y algún caso más como Company, aunque sus opciones de seguir son muy pequeñas. El resto de la plantilla, de vacaciones a la espera de ofertas, ya se ha desvinculado del club.

Molango ya hizo los deberes antes de partir a Arizona, donde el jueves se entrevistó con el propietario de la entidad, el norteamericano Robert Sarver. En compañía del director deportivo Javi Recio, el consejero delegado presentó un informe al máximo mandatario de lo que ha sido la temporada, dónde se ha fallado y búsqueda de soluciones. Se desconoce el contenido del encuentro, pero no es difícil imaginar que Sarver, muy molesto por la pérdida de la categoría, pidió explicaciones a Molango por el estrepitoso fracaso de la temporada.

Molango regresó ayer por la tarde a Palma convencido de su continuidad en el cargo tras la entrevista con Sarver. Al menos, trabaja como si fuera a seguir. Un dato que apunta en esta dirección es que el máximo ejecutivo de la entidad es el encargado de buscar un entrenador que lidere el proyecto de la próxima temporada. Si las intenciones de Sarver fueran prescindir de sus servicios, difícilmente le habría ordenado al consejero delegado una tarea de tanta responsabilidad como la de encontrar un entrenador de garantías. Pese al descenso, y salvo sorpresa, los máximos responsables mantendrán sus puestos.