"El ascenso es el objetivo, hay que aceptarlo y no dar vueltas con otros objetivos", decía convencido el 15 de julio de 2015, Héctor Yuste, durante su presentación como jugador del Mallorca. Casi dos años después, la realidad es desoladora. No solo los bermellones están en Segunda B, sino que el cartagenero ha vivido en la isla su cuarto descenso como futbolista. Todo un récord negativo muy difícil de igualar y del que nadie puede estar orgulloso. Ni el propio jugador, por motivos obvios, ni el club, que sale de la Liga de Fútbol Profesional treinta y seis años después.
El central, aunque su posición natural es la de centrocampista defensivo, ya ha vivido el trauma por el que está pasando ahora el mallorquinismo en su paso por el Salamanca (2010/2011), Racing de Santander (2012/2013) y Hércules de Alicante (2013/2014). Y en todas estas temporadas, como ha sucedido en la que acaba de finalizar vestido de bermellón, ha tenido mucho protagonismo en las alineaciones.
Apenas tenía veintidós años cuando defendió la camiseta del desaparecido Salamanca. Pero su juventud no fue un obstáculo para ser un fijo para los tres entrenadores que tuvo el equipo charro aquel curso en los que no pudo evitar el desastre. Óscar Pedro Cano, Pepe Murcia y Balta confiaron en sus cualidades ya que disputó treinta y ocho encuentros, y en solo uno de ellos no fue titular. Los del Helmántico acabaron descendiendo después de una buena primera vuelta, en la que se mantuvieron en la parte media alta. Pero una mala racha de resultados provocó la caída en picado en la tabla que consumó el fiasco.
Después de haber jugado una campaña en el Cádiz, en la Segunda B, volvió a la categoría de plata en las filas del Racing de Santander, donde vivió otra pesadilla. Yuste también fue un fijo en las alineaciones porque disputó treinta y cuatro encuentros, treinta y dos de ellos como titular en un equipo que también tuvo tres entrenadores: Fabri, José Aurelio Gay y Alejandro Menéndez. Pero un mal inicio mantuvo a los cántabros en la parte baja de la tabla hasta el final de curso, cuando firmaron el descenso.
Esa decepción no fue un impedimento para Yuste para seguir teniendo oportunidades en Segunda y recaló en el Hércules enb la temporada 2013/2014. En el Rico Pérez las cosas tampoco le fueron nada bien en una campaña en la que el conjunto alicantino pagó su enorme irregularidad. El centrocampista también gozó de la confianza de los entrenadores, tanto de Quique Hernández como de Slavisa Jokanovic ya que jugó treinta y nueve encuentros, treinta y siete como titular. El Hércules terminó como colista y bajó a Segunda B, categoría en la que continua. Precisamente será uno de los grandes rivales del Mallorca la próxima campaña, aunque Yuste, que solo se ha perdido dos de los cuarenta y dos encuentros del campeonato, ya no estará. El capitán ha sido uno de los futbolistas más criticados por la afición y, tras esquivafr el descenso en Valladolid la pasada campaña, finalmente también ha descendido vestido de bermellón.
