Joan Oriol ha tirado a dar. El jugador bermellón ha reiterado esta mañana que, además de la plantilla, “quienes mandan” también tienen gran parte de culpa por el descenso del Real Mallorca. El lateral zurdo ha hablado claro y no ha tenido ningún problema en mostrar su descontento por cómo se han hecho las cosas por parte de “algunos directivos del club”.

“La culpa del descenso es de los jugadores y de quien manda, creo que ha habido muchas cosas que se han hecho mal y espero que los de arriba aprendan de los errores para que el club funcione”, ha confesado Oriol en la rueda de prensa posterior a uno de los últimos entrenamientos de la temporada. “La propiedad americana debería valorar el trabajo que han hecho en el club las personas responsables, evaluar la faena de los dos que están arriba y lograr que no vuelva a ocurrir algo parecido”, ha confesado.

El tarraconense no ha tenido ningún problema en contradecir a Maheta Molango sobre los objetivos que tenía el club al principio de la temporada y no ha querido entrar a valorar la falta concreta de autocrítica por parte del consejero delegado: “No nos vamos a engañar, la plantilla del Mallorca estaba hecha o planificada para estar en los puestos de arriba, eso lo sabe todo el mundo, intentar engañar a estas alturas y decir que esta plantilla no estaba planificada para subir a Primera División o meterse en los play-off para ascender, pues no, porque entonces también me hubiera engañado a mí mismo. Creo que deberán hacer una autocrítica personal, como la que debemos hacer nosotros, pero eso es algo que no voy a entrar a valorar”.

Otro de los puntos en los que el defensa tampoco parece coincidir con el directivo suizo es en el objetivo que la entidad bermellona debe tener en Segunda B: “Creo que el Mallorca no puede estar en Segunda B para competir. Si las cosas se hacen bien, no se puede estar más de un año en esa categoría, hay que luchar para subir la temporada que viene”.

Oriol solo espera “que las cosas se hagan bien de una vez por todas”. El catalán cree que no se tiene en cuenta que “esto es un club de fútbol, y no una empresa de marketing”. “Es un club de fútbol y hay muchos sentimientos detrás, llevar un escudo conlleva tener en cuenta que detrás hay centenares y miles de mallorquinistas y por eso digo que las cosas se han de hacer bien”, ha relatado algo agitado.

El zaguero también ha confesado que “la semana que viene nos reunimos todos con Molango y Recio para hablar” sobre el futuro de cada jugador. Hay que recordar que el consejero delegado dio a conocer el pasado martes que algunos futbolistas de la plantilla cuentan en su contrato con cláusulas para quedar libres en caso de descenso.