El accionista Andy Kohlberg le exigió a Maheta Molango que le presentara un informe sobre la situación en el caso de que el Mallorca descendiera a Segunda B. El estadounidense se sorprendió cuando, en su visita a la isla entre el 18 y el 22 de mayo, el consejero delegado le confesó que no tenía 'plan B'.

Molango le aseguró que estaba convencido de la salvación del equipo y que, por ello, no necesitaba diseñar una alternativa por si se producía el desastre. Según fuentes de toda solvencia, a Kohlberg no le gustó nada esta reflexión de su empleado y le obligó a presentarle un análisis de los pasos a seguir con el club fuera del fútbol profesional.

A Molango no le quedó más remedio que ponerse manos a la obra y se reunió aquella misma jornada, hasta muy entrada la noche, con el director financiero del club, Alfonso Díaz, para confeccionarlo. La cabeza visible de Robert Sarver en el Mallorca le presentó el trabajo a Kohlberg, pero curiosamente el resto de jefes de departamento del club no tienen constancia de ello. En ese informe se incluían los recortes necesarios en el capítulo de trabajadores, entre otros.