Descenso por méritos propios
El Real Mallorca ha confirmado su tragedia, el descenso a Segunda B es un hecho que pone al equipo mallorquinista en el lugar que le corresponde por los méritos contraídos durante toda la temporada. Todos los defectos, errores e incapacidades se reunieron ayer en un único partido y el ridículo mostrado en Miranda deja al Mallorca fuera de la Liga de Fútbol Profesional para militar en Segunda B, lo que no sucede desde hace 36 años.
Patio de colegio
Lo mostrado ayer por el Mallorca en el terreno de juego de Anduva fue esperpéntico. No parecían estar jugándose la vida, erráticos, desenchufados y tan perdidos en el campo como un partido de amigos de solteros contra casados. En ningún momento se vio la posibilidad de ganarle a un equipo ya descendido que se llegó a adelantar en el marcador con dos goles de ventaja. Imagen deplorable.
Los experimentos de Sergi
El día en el que toda la temporada se resume a un cara o cruz, el entrenador opta por hacer experimentos: la vuelta de Oriol tras dos semanas fuera, Culio de extremo y Yuste de media punta por detrás de los delanteros, con un Ansotegi desconectado en el centro de la defensa. No era el día para probar cosas raras, además, consumado el desastre, los máximos responsables se marcharon de Anduva sin decir esta boca es mía.
