Para qué buscar enemigos cuando tienes este amigo. Eso pensarán algunos jugadores del Mallorca cuando hoy les cuenten cómo ha puesto Sergi "a los pies de los caballos" a Lekic. El entrenador puso el ventilador en marcha y el serbio fue señalado.
Personalmente, no me ha gustado que sea Lekic el que reciba los mandobles. No es porque no tenga razón Sergi, que la tiene, sino porque debería extenderla a toda la plantilla. Físicamente, la temporada ha sido horrorosa. No recuerdo un partido en el que un futbolista del Mallorca fuera superior a un rival corriendo o en un cuerpo a cuerpo.
Hay quienes consideran que gran parte del problema es una cuestión psicológica y hasta táctica: de ir persiguiendo el balón y malgastando energías en muchos partidos (mala colocación, presionar mal, etcétera). Pero yo diría que es casi al revés, que el mal estado físico de los jugadores ha impedido al equipo ofrecer más resistencia y "apretar" (mira por dónde, ahora nos acordamos de Caparrós).
Lo cierto es que el equipo, en general, está tan mal que Sergi, que en esta situación no tiene nada que perder -ni que ganar, porque no lo necesita- ha decidido explicar cómo se siente ante una final como la de mañana cuando mira lo que tiene a su disposición. Pero no es momento de buscar culpables, es hora de que la plantilla dé todo lo que tiene, gane mañana y esperar que la suerte sonría. Y si se puede llegar vivo al último partido... quién sabe, igual falla alguien que no debe. Eso espera Sergi.
