"Ya que pedimos, mejor ganar al Mirandés de más de un gol para intentar poner el golaverage a favor. Primero vamos a sacar los tres puntos y si luego podemos marcar algún gol extra, pues mejor, pero lo principal es ganar el encuentro". Estas palabras de Brandon Thomas, pronunciadas ayer por la mañana en Son Bibiloni, resumen la preocupación de una plantilla que sabe que con lograr la victoria no basta. Si el Real Mallorca quiere tener serias opciones de mantener la categoría, además de ganar, debe golear, algo que se presume especialmente complicado teniendo en cuenta que solo lo han conseguido una vez en lo que va de temporada.

Con tantos equipos enfrascados en la lucha por la permanencia, el factor del golaverage puede resultar decisivo en este tramo final. El de mayor trascendencia para el Mallorca es el que mantiene con el Nàstic. Ambos conjuntos tienen igualado el golaverage particular (o-0 en Palma y 2-2 en Tarragona), por lo que se tendría que recurrir al general para decidir la posición en la tabla.

Actualmente se encuentra en -6 para el Nàstic y -8 para el Mallorca, dos goles que los de Sergi Barjuan tienen la oportunidad de recortar en los dos últimos partidos. Estos dos tantos de diferencia se convierten realmente en tres ya que en caso de empatar también el golaverage general, mantendría la categoría el equipo con más tantos a favor a lo largo de la temporada (45 del Nàstic por 37 del Mallorca). Para que dicho factor resulte decisivo, los rojillos deberán ganar sus dos partidos y esperar que el Alcorcón y el Nástic pinchen al menos en uno.

Ante la imperiosa necesidad con la que se encuentra el Mallorca de anotar el mayor número de goles posibles en los 180 minutos que restan para finalizar la temporada, los de Sergi Barjuan chocan de bruces con la realidad y los nefastos números que acumulan a lo largo del curso. Tan solo en un partido de los cuarenta que se llevan disputados los baleares lograron un bagaje positivo de +3. Fue en la novena jornada de la competición. Son Moix presenció un 3 a 0 ante el Huesca. Además, solo en otras dos ocasiones, ante el Córdoba en el Nuevo Arcángel y precisamente ante el Mirandés en Son Moix, obtuvieron un bagaje de +2. En el resto de victorias acumuladas a lo largo de la temporada, los rojillos siempre han vencido por la mínima, con un solo tanto de diferencia respecto al rival. El caso más llamativo es el del pasado 30 de abril, cuando se logró una ajustada victoria ante el Sevilla Atlético en el Pizjuán (2-3).

Así pues, a los bermellones les conviene marcar el mayor número de goles y no encajar para mejorar las estadísticas en el golaverage general porque puede llegar a ser una circunstancia decisiva a la hora de definir el descenso, sobre todo teniendo en cuenta que presumiblemente será el Nàstic de Tarragona o el Alcorcón (-15), con los que pugnará por la plaza que permite la salvación.

A favor, el Mallorca se encuentra con un calendario ligeramente más asequible que el de la plantilla catalana. El Nàstic visita el Heliodoro Rodríguez López del mallorquín Pep Lluís Martí este próximo domingo y en la última jornada de Liga recibe a un UCAM Murcia que, a la espera de lo que ocurra en la próxima jornada, puede no tener la permanencia asegurada.