Ha pasado una vuelta entera y poco o nada ha cambiado en el Mallorca. El equipo entrenado ahora por Sergi Barjuan visita el próximo sábado al Valladolid, el equipo que acabó con la trayectoria de Fernando Vázquez en el banquillo rojillo. Aquel 4 de diciembre, en lo que iba a ser el último partido del año en Son Moix, el conjunto pucelano sonrojó a los rojillos con un apabullante 0-3 que acabó con la paciencia del consejero delegado Maheta Molango, que ya tenía la mosca tras la oreja por los malos resultados.

Fue el momento que esperaba el dirigente para prescindir de un entrenador que, hasta semanas antes, todavía hablaba en público de que el objetivo era el ascenso a Primera. El técnico gallego cerraba su tercera etapa en el Mallorca con cuatro partidos ganados de diecisiete, con 19 puntos y dos puestos por encima de las plazas de descenso.

No le fue mucho mejor a su sucesor, Javier Olaizola, que dejó el filial para intentar sacar del atolladero a la primera plantilla. Con un discurso cargado de testosterona, aludiendo continuamente al escudo, el técnico vasco tampoco fue la solución. Debutó el 11 de diciembre con la visita al Almería, una salida a priori propicia pero que acabó en derrota (2-1) y con el equipo en descenso. A la semana siguiente se perdió 3-1 ante el Numancia en un partido lamentable y con Brandon expulsado por protestar cuando el equipo se retiraba a vestuarios. La primera victoria llegó el día de Reyes, 2-0 al colista Mirandés, un triunfo trabajado porque el primer gol no llegó hasta diez minutos del final. La segunda y última victoria de Olaizola fue el 12 de febrero,segunda y última victoria de Olaizola fue el 12 de febrero, ante el Rayo (2-1). Las siguientes jornadas ratificaron la mediocridad de un equipo condenado a moverse en las últimas plazas, con alguna derrota inexplicable (Girona a tres minutos del final o Huesca en el 93 después de que Moutinho empatara en el 87) y otras humillantes, como el 1-4 del Tenerife de Martí en una segunda parte para olvidar de los rojillos. Alcorcón, en la jornada 32, fue la última estación de Olaizola en el Mallorca. Tres días después, cuando nada hacía pensar que se produciría un segundo relevo en el banquillo rojillo, Molango sorprendió con la contratación de Sergi Barjuan. Olaizola dejó al equipo penúltimo con 31 puntos -en total doce, por los 19 de Vázquez- en quince jornadas, a cinco puntos de la salvación tras obtener solo dos victorias.

El equipo no ha mejorado mucho con Sergi, pese a que los resultados, aunque sea a trancas y barrancas, van llegando. Por primera vez en la temporada se han logrado dos victorias de forma consecutiva (Sevilla y Elche) y en cinco jornadas ya suma tantas victorias como Olaizola en quince. Sin embargo, el equipo ha dado un paso atrás cuando juega en casa, sin soluciones para atacar defensas cerradas como las del Nàstic (0-0) y Córdoba (1-1). El catalán suma ocho puntos de quince posibles. Necesita por lo menos trece más para lograr la salvación. La primera parada, Valladolid.