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Minuto 91

Molango o cómo dejar morir al enfermo

Molango o cómo dejar morir al enfermo laliga.es

Transcurren las jornadas de forma desesperante y nada pasa en el Mallorca. Cada domingo se repite la historia, por regla general mal partido del equipo, lamentos por la mala suerte y de que algún día se dará la vuelta a la tortilla y, con el paso de los días, el bla bla bla de técnico y jugadores, lo de que hay que dar un golpe encima de la mesa, de que hay que sumar de una vez por todas dos victorias seguidas y monsergas semejantes que ya nadie se cree. La evidencia es que al equipo le faltan toneladas de calidad y capacidad para competir. Se vio por enésima vez esta temporada en Huesca. Con el empate a tres minutos del final, el Mallorca pasó un calvario en cuanto su rival puso una marcha más. Y llegó lo inevitable, el segundo gol del conjunto oscense que tiró por la borda el escaso botín que tenía entre manos el equipo de Olaizola.

En otros momentos no tan lejanos en la historia del club, y en situaciones similares, los rectores del Mallorca adoptaron medidas de urgencia que unas veces salieron bien y otras no. Pero se movieron en busca de soluciones. Nadie les pudo acusar de ser inmovilistas y de esperar un milagro caído del cielo, que es lo que está haciendo Maheta Molango. No hacer nada. El tópico de que es más fácil echar a uno que a veintidós es bien cierto. Como a estas alturas no se puede hacer limpieza general en la plantilla -lo que habría que hacer a final de temporada, sea cual sea el desenlace-, no queda otra que buscar, y encontrar, una persona que asuma el mando de este barco a la deriva. No pudo ponérselo más fácil Olaizola al consejero delegado minutos después de la cruel derrota en Huesca. "Estoy dispuesto a ponerme a un lado si el club lo decide. No seré un problema", fueron sus palabras en una auténtica declaración de intenciones. El vasco lo ha probado todo, y nada le ha funcionado. Poco se le puede recriminar. El tiempo se acaba, pero todavía hay margen. Es una oportunidad que Molango debe aprovechar. No es fácil a estas alturas de la temporada encontrar a un entrenador dispuesto a asumir este marrón. Pero a lo mejor la solución está en casa. Pepe Gálvez, actual técnico del filial, al que está sacando del pozo, podría ser la solución. Ya se contó con él cuando se destituyó al 'Chapi' Ferrer, pero solo le concedieron cinco partidos al no ir de la mano los resultados con el buen juego del equipo. Gálvez o quien sea. Porque el equipo necesita un estímulo, un revulsivo que rompa con las inercias creadas. Molango, que ya recibe presiones desde dentro del club, como informa hoy este diario, debe mover pieza para intentar que el enfermo no se muera.

El regreso de Mateu Alemany, o posible regreso al fútbol profesional, ha sido una de la noticias de la semana. El Valencia, un club que vive en un lío permanente, ha pensado en el mallorquín para que asuma la dirección general. Una buena elección pero arriesgada por parte de Alemany, que llegaría a una entidad que es un polvorín y en la que, como el Mallorca, el dueño vive a miles de kilómetros.

¿La hora del cambio? Esta semana ha estado en Mallorca el candidato a la presidencia de la Federación Española de Fútbol Jorge Pérez, que disputará a Ángel María Villar el cargo el próximo mes de mayo. Pérez expresó un deseo, el de que los clubes de Balears "se sacudan el miedo y apuesten por un cambio necesario". Todo apunta a que va a ser que no. Bestard es hombre de Villar y parece imposible que cambie de opinión. El candidato lo tiene complicado, aunque sería higiénico para el fútbol español un cambio de presidente tras 28 años de Villar en el cargo.

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