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Análisis

La ansiedad hace mella en los futbolistas

Hace ya bastantes jornadas que los jugadores del Mallorca muestran el rostro del miedo, del miedo al descenso, posibilidad...

La ansiedad hace mella en los futbolistas

Hace ya bastantes jornadas que los jugadores del Mallorca muestran el rostro del miedo, del miedo al descenso, posibilidad cada vez más real tras una trayectoria errática durante toda la temporada, que se ha traducido en solo seis victorias en 29 jornadas. Todo lo que sean ayudas externas deben ser bienvenidas. El mismo Olaizola ha admitido que ha acudido a un ‘coach’ para que le proporcione algunas consignas para mejorar su rendimiento y la forma de afrontar el final de infarto que a buen seguro espera.

Pero la principal solución no está en la psicología, sino en los propios futbolistas, los únicos capaces de sacar las castañas del fuego. Ellos y el entrenador, de quien si hay que hacer caso al consejero delegado, acabará la temporada. Acabe como acabe el curso, este habrá sido un completo fracaso, porque lo es el luchar únicamente por la permanencia cuando se han vendido objetivos más ambiciosos. Pero, con todo lo mal que lo están haciendo, también es verdad que, salvo la excepción del Tenerife -en un primer cuarto de la segunda parte para olvidar-, en todos los partidos se ha dado la cara y se ha estado muy cerca de la victoria o de, al menos, no perder. A esto debe agarrarse el equipo. Con todas sus carencias, planta cara a cualquier rival. Este poco que le falta para sumar de tres en tres es producto de los errores en defensa y de su falta de puntería en ataque. Olaizola, a quien no se le puede negar que está en una permanente búsqueda de soluciones, debe seguir, a contrarreloj, removiendo el equipo para dar con la tecla de una vez.

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