Samuel Etoo volvió a repetir aquello que el mallorquinismo siempre quiso oír y que parece que está lejos de que sea realidad. O no. En una extensa entrevista con el periódico de su país Daily News Cameroon, el legendario delantero se acordó del club bermellón cuando fue preguntado por su futuro y le lanzó un mensaje. "Por ahora estoy en Turquía. Siempre he dicho que me gustaría terminar mi carrera en el Real Mallorca, donde todo comenzó realmente para mí en Europa. Los dirigentes lo saben y sabrán, con la lectura de esta entrevista, que siempre es mi deseo", explicó en el rotativo africano.

Estas palabras las ha pronunciado en numerosas ocasiones, aunque a medida que van pasando los años parece más improbable que puedan cumplirse porque se acerca el final de su brillante carrera deportiva. Eso sí, en su misma respuesta reiteró que con la edad, acaba de cumplir treinta y seis años, tiene otras prioridades que cuando empezaba. "Tengo contrato con Antalyaspor y mi futuro, por ahora, está en Turquía, donde me siento bien. Por lo demás, veremos más adelante. Llego a una edad donde estamos más atentos a la calidad de vida. Cuando uno es joven, tiene requisitos diferentes a cuando tienes treinta y seis", reiteró. Está por ver si el consejero delegado del Mallorca, Maheta Molango, capta el mensaje y se lo toma en serio y le traslada una propuesta oficial, aunque hay demasiados condicionantes para ello. El primero es que la voluntad de Etoo, por muchos considerado el mejor jugador de la historia del Mallorca, sea real y no una simple demostración de buenas intenciones. La segunda es que la entidad se mantenga en la Liga1/2/3, algo que ahora mismo tiene a tres puntos. Y la tercera es que económicamente ambas partes se pudieran entender porque es evidente que el africano debería rebajarse el 'caché' de forma monstruosa -llegó a ganar en su etapa rusa unos veinte millones anuales- para que los rojillos pudieran tener opciones de contratarle. Puede haber más premisas, pero estas son las indispensables para que Etoo pueda volver a vestir de bermellón. El ariete lideró la conquista de la Copa del Rey en 2003 en la final de Elche y brindó de noches inolvidables al mallorquinismo, como los goles marcados al Real Madrid en diversos encuentros.