El mercado de invierno cerró dejando en el aire unos cuantos interrogantes. Se cuestionó el perfil de los tres futbolistas elegidos para reforzar al equipo y se incidió en el fracaso de la operación salida. No habrá solución para lo segundo hasta que termine el curso, pero al menos estas últimas dos semanas han servido para constatar que los fichajes han subido el listón de la plantilla.

Dos laterales zurdos y un mediocentro no parecían prioridades en un equipo cuyo punto débil estaba -y sigue estando-en el capítulo goleador. Sin embargo, Saúl García, Sasa Zdjelar y Angeliño se han adaptado a velocidad de vértigo convirtiéndose en futbolistas importantes en el esquema de Javier Olaizola.

Angeliño, el último en debutar, se ha acoplado rápidamente al ecosistema bermellón pese a que llevaba varias semanas sin competir y vivió una breve y frustrante etapa en el Girona. El gallego, cedido del Manchester City, demostró contra el Rayo su vocación ofensiva desde la posición de lateral. Completó una muy buena primera parte, jugando con criterio y descaro, aunque después del descanso bajó el tono como el resto de sus compañeros.

Pese a su inconstancia, su único lunar el pasado domingo, el futbolista emitió señales claras de que puede ser un elemento muy importante en el Mallorca de aquí a final de temporada.

De momento el gran damnificado por la irrupción del gallego es Saúl García, que curiosamente aceptó irse del Girona convencido de que iba a tener complicado ganarle un puesto en el once a Angeliño.

El cántabro tuvo unos inicios prometedores en el Mallorca, empleándose a fondo en defensa y llevando mucho peligro cuando cruzaba la línea del centro del campo. Aprovechó una de las lesiones que ha sufrido últimamente Joan Oriol -verdadera o ficticia- y se acomodó en el once titular muy poco después de su llegada. Sin embargo, la estrella de Saúl empezó a declinar cuando provocó una absurda autoexpulsión en el feudo del Reus que dio alas a los catalanes para empatar un partido que estaba bajo control bermellón.

Tendrá una gran oportunidad para volver a ser relevante en el juego del Mallorca si Angeliño acaba asentándose como interior, que es para lo que teóricamente fue contratado. El gallego es un carrilero con recorrido por la orilla izquierda y su adaptación a una posición más adelantada no debería ser traumática.

También Sasa está rindiendo por encima de las expectativas que generó su fichaje. El serbio ha sido titular en los dos últimos compromisos de Liga, beneficiándose de las lesiones de Juan Rodríguez y Álex Vallejo, y su comportamiento ha sido notable teniendo en cuenta que no había jugado un minuto de competición oficial desde el pasado verano.

El centrocampista afrontará una prueba de fuego cuando Vallejo y Juan Rodríguez se recuperen de sus respectivas lesiones y se endurezca la competencia por jugar en un centro del campo en el que solo Juan Domínguez parece intocable.

"Firmo ganar sin jugar bien"

Jesús Cabrero subrayó ayer que "cuando te metes allí abajo, las sensaciones y el jugar bien no basta", destacando la importancia de "sumar de tres en tres". "Yo firmo ganar sin jugar bien. Lo que interesa es ganar, el cómo ahora es secundario. Somos dominadores de la mayoría de partidos pero eso no se traduce en puntos", recordó.