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Minuto 91

Miedo a perder

El Mallorca no ganó en Girona el sábado porque, tras desaprovechar tres o cuatro claras ocasiones de gol

Raíllo disputa el balón con un jugador del Girona. Diari de Girona

El Mallorca no ganó en Girona el sábado porque, tras desaprovechar tres o cuatro claras ocasiones de gol en el primer tiempo, le entró el pánico y el conformismo en el segundo, dio por bueno el punto y, como suele suceder en estos casos, acabó perdiendo. Es verdad que la imagen del equipo con Olaizola en el banquillo es otra. Se ve solidaridad entre los compañeros, una presión adelantada sobre el rival que sirve hasta que duran las fuerzas y ambición, al menos de salida. Lo que ocurre es que, como en Girona el sábado y hace quince días en Oviedo, por no remontarnos más atrás, el equipo es víctima de su alarmante falta de gol y del error en defensa, que tarde o temprano acaba llegando. Y así se hace muy difícil ganar un partido y lo que explica que solo figuren seis victorias en su casillero. Así se escribe la historia de este Mallorca.

Hay tiempo... para salvar la categoría. Dónde estaría el Mallorca con la actitud demostrada en Girona nunca lo sabremos. Este comportamiento, que llevó a Molango a mostrar su "orgullo" por sus jugadores en las redes sociales, no se veía con Fernando Vázquez en el banquillo. La tensión, la lucha y la entrega que pide Olaizola a sus hombres se ve reflejada sobre el terreno de juego y, sin duda, es un buen punto de partida para pensar que llegarán más victorias para salvar la categoría, triste objetivo una temporada más.

La mala educación de Luis Enrique. Más de uno ya le compara con el nuevo presidente de Estados Unidos. Se ve que el técnico del Barcelona no ha digerido bien las críticas por el ridículo de su equipo el pasado martes en París. Y qué mejor respuesta, debe pensar el asturiano, que ningunear a la prensa. "Me afectan cero las críticas, me importa cero lo que se diga o escriba", dijo en la previa del partido ante el Leganés, con la mala educación por bandera. El presidente Bartomeu debería recordarle que es el entrenador del Barcelona y que, como tal, debe dar una imagen acorde al club que representa, detalle que debería estar incluido en su suculenta nómina.

Toni Nadal se explayó el martes por diferentes medios de comunicación, entre ellos este diario, para explicar los motivos de su retirada cuando finalice el año. Y son comprensibles. Con 57 años recién cumplidos, tres lustros viajando por el planeta y con la presión de ser el entrenador de un deportista de primerísimo nivel, dejan huella. El todavía entrenador de Rafel lo ha dejado todo atado y bien atado con el fichaje de Carlos Moyá. "Está en buenas manos", no se cansa de repetir el tío Toni en relación al exnúmero 1 en 1999. Lo único que se le puede reprochar en toda esta historia es la forma en que lo anunció, en una web italiana y sin que el propio interesado lo supiera. Por lo demás, Toni ha estado impecable. Y su obra está ahí, para quien la quiera ver.

Caridad Jerez ha demostrado una vez más en Salamanca que no tiene rival en España en la modalidad de vallas, ya sea en los 60 de pista cubierta o en los 100 al aire libre. La atleta mallorquina, con mínima para el Europeo, es un ejemplo de regularidad. En los Nacionales no tiene rival y se ve obligada a buscar nuevos retos a nivel internacional.

Casi lleno en el Palau para ver el Palma Air Europa-Barcelona Lassa. Una buena noticia que demuestra que aquí hay afición al baloncesto, de lo que no se dudaba. La lástima es que los 3.500 espectadores presenciaron una derrota del equipo de Xavi Sastre.

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