No todo son desilusiones en el Real Mallorca. La irrupción de Angeliño ha sido una de esas sorpresas agradables que por inesperadas ganan un valor especial. El futbolista cedido del Manchester City con permiso del Girona crece con cada partido y promete algunas alegrías de aquí a final de temporada.

El zurdo, de veinte años, tenía una cuenta pendiente con Pablo Machín y seguramente por ello se le vio particularmente motivado el sábado en Montilivi. El técnico del Girona no le dio bola en el mes que duró su cesión allí, por lo que se apresuró a cancelarla para firmar otro préstamo con el Real Mallorca.

En la ciudad catalana Angeliño jugó su partido más completo como bermellón. Arrolló desde la posición de lateral por el carril zurdo, superando casi siempre a sus marcadores y surtiendo de pelotas el área de René.

Fueron los mejores minutos del Mallorca y también de Angeliño, que durante la primera parte no reservó ni una gota de combustible para estar presente en acciones de ataque y en tareas defensivas. Consintió muy pocas alegrías a Borja, la referencia ofensiva del Girona, destacándose como un futbolista muy completo.

Después del descanso el joven futbolista notó el cansancio y dosificó sus apariciones en el encuentro.

Tres semanas han bastado para despejar la gran incógnita que rodeó la contratación del gallego: jugará preferentemente como lateral, pese a que Maheta Molango y Javi Recio le pusieron la etiqueta de centrocampista para justificar su fichaje. Con una clara vocación ofensiva, pero lateral al fin y al cabo. Al menos es la demarcación que ha ocupado en sus tres participaciones con el Mallorca desde que fichó el último día del mercado invernal.

Si continúa con su progresión, Angeliño dejará muy pocas opciones a Joan Oriol y a Saúl García, quien aceptó venir al Mallorca huyendo precisamente de la competencia del gallego en el Girona. Solo si Olaizola adelanta la posición del jugador cedido por el City podrán tener más protagonismo los otros dos laterales zurdos del equipo.

La dirección deportiva saldó con buena nota el capítulo de incorporaciones en el pasado mercado invernal porque aparte de Angeliño también se está consolidando en el once Sasa Zdjelar, quien ha sabido aprovechar las bajas por lesión de Álex Vallejo y Juan Rodríguez.

En todo caso, ninguno de los refuerzos de enero ha llegado para ocupar una demarcación estratégica como delantero centro, parcela en la que más carencias tiene el equipo.

El Mallorca se aferra al salto de calidad ofrecido por los fichajes y a la mejoría generalizada del equipo para confiar en una remontada que le catapulte a la zona templada de la clasificación.

En todo caso, será complicado que alguno de los tres refuerzos prolonguen su relación con la entidad balear más allá de esta temporada porque en su día la dirección deportiva no firmó ninguna opción de compra con sus equipos de procedencia.