Adelantar la continuidad de un entrenador a cuatro meses de que finalice la temporada y, lo que es peor, sin saber en qué categoría militará el equipo, es cuando menos una temeridad. Es el error que ha cometido el director deportivo Javi Recio al anunciar la continuidad de Olaizola la próxima temporada. Se comete así el mismo disparate de la pasada temporada, cuando se apostó por la continuidad de Vázquez -es verdad que, por contrato, debía continuar si el equipo mantenía la categoría- cuando se pedía a gritos un cambio en el banquillo aunque solo fuera para renovar la ilusión tras una nueva temporada decepcionante.
Dicho esto, toca hablar del partido de esta tarde, complicado como pocos. Se enfrentan el mejor equipo como local -el Girona no pierde ante su afición desde diciembre de 2015- contra uno de los peores visitantes. Pensar en una victoria ante un equipo decidido a pelear por el ascenso directo tras frustrarse en las tres últimas temporadas suena a utopía. Finalmente parece que jugarán Brandon y Lago, y habrá que ver qué pasa con Oriol, que puede pasar de descartado por Molango, según él, a titular.
