Extramotivación, ganas de demostrar que se merecen más oportunidades, espinas clavadas o, simplemente, la voluntad de dar el triunfo a su equipo. Estos serán algunos de los ingredientes extra con los que se plantarán esta noche en Girona tres jugadores con pasado en Montilivi, ahora en les filas del Mallorca.
Al margen de la necesidad de sumar para abrir brecha con el descenso, los bermellones tienen jugadores con posibles cuentas pendientes con el Girona. Dos de ellos, Saúl y Angeliño, muy recientes. También hace poco -el pasado verano fue traspasado- que Dejan Lekic pertenecía a la disciplina del club gironí.
Hace más tiempo del paso de Óscar Díaz (2012) y Roberto Santamaría (10-12) por Montilivi. Sin embargo el delantero, fuera de la lista de Olaizola por decisión técnica; y el portero, por lesión, no viajaron ayer con la expedición mallorquinista.
De hecho, ninguno de los dos jugadores se fueron contentos de Girona, ya que denunciaron al club por impagos. En el caso de Óscar Díaz, incluso llegó a atacar con dureza a su exequipo después de un Lugo-Girona el otoño de 2012.
"Vendrán súpermotivados a hacer su partido. Lo que tenemos que hacer es salir a ganar desde el minuto 1", afirmó el jueves Pedro Alcalá sobre el retorno de los exs a Montilivi.
Aunque últimamente no ha sido un hecho habitual en Girona, a menudo sobrevuela la sensación, o más bien el temor, de que los exjugadores acostumbran a hacer buenos partidos ante su exequipo.
Pueden ser una amenaza Saúl García, Angeliño y sobre todo Lekic. El delantero serbio recaló en el Mallorca en verano después de aterrizar en Girona procedente de la liga india. Con cinco goles en quince partidos, el rendimiento del serbio no fue malo, pero Machín le perdió la confianza en las últimas jornadas, lo que comportó el correspondiente disgusto del delantero.
A los que no les faltará motivación será a los zurdos Saúl García y Angeliño, que ven el partido de esta noche como una buena oportunidad de demostrar a Pablo Machín que tenían sitio en su dibujo y merecían más oportunidades.
El Girona recorrió a Saúl García a mediados de agosto después de comprobar que Álex Menéndez, el escogido para el carril zurdo, tenía los ligamentos de la rodilla rotos y debía estar seis meses de baja. El club consiguió su cesión por parte del Deportivo con el objetivo de que fuese el relevo de Carlos Clerc. Pero su perfil defensivo -Machín decía que era más un lateral que un carrilero-jugó en su contra y le relegó a la suplencia en beneficio de Aday. Viendo que las oportunidades no le llegaban, Saúl pidió un cambio de aires y el Girona, de acuerdo con el Dépor, no le puso ningún impedimento para que se fuera.
Quique Cárcel, director deportivo del Girona, tenía atado su relevo, Angeliño, cedido del Manchester City. Pero el gallego solo estuvo un mes en la ciudad catalana. No asimiló verse fuera de las primeras convocatorias y su agente movió ficha. Viendo el panorama, el Girona también lo hizo atando a Mojica y cancelando la cesión de Angeliño.
El destino parece haber jugado una mala pasada a Saúl. El cántabro cambió Girona por Palma para poder jugar y cuando estaba consolidado en el once , la llegada del gallego le ha relegado al banquillo. Al menos eso es lo que sucedió la pasada jornada contra el Rayo.
No deja de ser curioso que el Mallorca se nutra de jugadores del Girona los últimos tiempos. De hecho, el conjunto rojillo es el que más exgironins tiene en la plantilla (5). Le siguen el Elche, con tres (Dorca, Germán Parreño y Pelegrín),y Cádiz, Numancia, Valladolid y Rayo Vallecano con dos.
