"Los partidos como el del domingo es para gente con experiencia. Culio estará en el equipo de inicio con el Rayo Vallecano", subrayó convencido Javier Olaizola en su comparecencia del viernes. El técnico del Mallorca quiere aprovechar, en un duelo tan importante como el de esta tarde, la veteranía del argentino, que ha estado tres semanas alejado del césped por una lesión muscular y que ya dispuso de unos minutos en Oviedo.

Hasta que se lesionó el pasado 6 de enero, en el duelo ante el Mirandés, Culio era indiscutible, tanto para Fernando Vázquez como para el propio Olaizola. Solo Juan Domínguez y Yuste habían jugado más que el centrocampista, que acumula 1.618 minutos en diecinueve partidos, quince de ellos completos. Eso sí, casi siempre ha actuado en el medio del campo, mientras que presumiblemente hoy ante los madrileños lo hará en uno de los flancos. "Seguiremos con el 4-2-3-1. Culio puede estar en una banda", aclaró el preparador ante los periodistas.

El futbolista llegó el pasado verano al ser una petición expresa de Vázquez. A pesar del mal arranque del equipo, el jugador de 33 años cuajó un buen inicio en el apartado individual, mostrando la personalidad y talento que le hicieron triunfar en el Deportivo de La Coruña, precisamente también con el gallego en el banquillo.

No obstante, su rendimiento ha ido paulatinamente disminuyendo con el paso de las jornadas, justo lo contrario a las expectativas despertadas con su fichaje. Estaba llamado a marcar las diferencias, pero al igual que otros refuerzos, sus actuaciones han decepcionado. Culio, uno de los pesos pesados del vestuario y el cuarto capitán, necesita demostrar sobre el campo los galones que tiene fuera de él. Su calidad con la zurda es indiscutible, pero necesita tener un mayor protagonismo en el ataque, una zona en la que Olaizola reclama tener las ideas más claras para hacer daño. Y Culio lo sabe. Tiene que volver a empezar. El Mallorca le necesita.