En la temporada que cerró con un déficit récord desde que el Real Mallorca descendió a Segunda División, el club incrementó en más de setecientos mil euros el gasto no deportivo. Es decir, el que corresponde a salarios, indemnizaciones y pagos a la Seguridad Social de trabajadores de la institución.

Eso es lo que refleja la auditoría de las cuentas del Real Mallorca correspondientes al ejercicio 2015/16, que arroja un déficit de 7.964.206 euros.

Según se desprende del informe de 64 páginas firmado por José Balle, el gasto de personal no deportivo se disparó hasta los 2.441.756 euros frente a los 1.734.326 euros que se desembolsaron durante el ejercicio 2014/15.

El dispendio incluye los sueldos de Maheta Molango y de todos los trabajadores de la entidad excluyendo los futbolistas del primer equipo, del filial y sus respectivos entrenadores.

Las nóminas de los profesionales que componen la red de ´scoutings´ del Mallorca, en torno a 45.000 euros anuales cada uno, también entran dentro de este capítulo.

La auditoría no distingue entre los gastos realizados durante la etapa de Utz Claassen y la de Maheta Molango, por lo que parte de esos 2.441.756 euros que registra el informe fueron autorizados por el expropietario alemán cuando estaba al frente de la entidad bermellona.

Dentro del apartado de gasto no deportivo, el auditor distingue entre sueldos (1.826.661 euros), indemnizaciones (89.995 euros) y pagos a la Seguridad Social (429.285 euros).

La gestión del actual consejero delegado no se ha caracterizado precisamente por la austeridad. Molango siempre ha sido partidario de la teoría de que para obtener resultados es necesario realizar antes inversiones, en contra de los que consideran que en la actual situación es más conveniente cerrar el grifo.