Javier Olaizola: "Esto saldrá bien porque soy un ganador y un cabezón"

-¿Cómo ha ido el regreso después de las vacaciones?

-Había necesidad de desconectar a nivel físico y psicológico. Los entrenamientos están siendo muy buenos en intensidad y trabajo.

-El problema es que esa intensidad y ese trabajo no se está viendo en los partidos.

-En semana y media es muy complicado sacar provecho al trabajo diario, sobre todo cuando hay tantos partidos por delante. Y cuando hay un trabajo hecho por un anterior entrenador. En pocos días es imposible cambiar muchas cosas cuando tienes un partido. Ahora tenemos más tiempo para preparar el del Mirandés y esperemos que ya se vean cosas nuestras. Luis Aragonés siempre decía que "así se entrena, así se juega". Y por tanto estos chicos tienen que tener el premio cuando llegue el día contra el Mirandés.

-¿Este periodo de desconexión le ha servido a usted para encontrar explicación a la pobre imagen que el Mallorca ofreció en Soria?

-Me sentí abatido porque no habíamos hecho casi nada bien. No lo hicimos todo mal, en algunos momentos el equipo estuvo ahí. Tenemos que ser más contundentes en el aspecto defensivo y el rival tiene que sudar sangre para hacernos ocasiones de gol. Y en el aspecto ofensivo hay que ser más contundentes y tener mejor trato con el balón.

-¿Hay jugadores para eso?

-Los jugadores son muy buenos. Hay que saber sacar lo mejor de cada uno de ellos.

-Pues si no es un tema de calidad, ¿cuál es el problema? ¿No saben competir?

-Competir saben porque muchos han jugado en Primera División y eso no se les puede olvidar. Tienen un currículum importante que se han ganado ellos, nadie les ha regalado nada. En la Segunda División hay un componente de motivación, garra y entrega. Y en eso nos tenemos que igualar a todos los equipos porque si no lo hacemos dará igual la calidad que tengamos. Recuerdo que el equipo que descendió era un plantillón con treinta millones de euros de presupuesto y estuvo a punto de bajar a Segunda B. Hay que intentar congeniar lo que son los aspectos tácticos con otros valores que también te valen para la propia vida.

-El comportamiento de Brandon autoexpulsándose en Soria, ¿merece una reprimenda del entrenador o una sanción del club?

-Brandon pidió perdón a la plantilla de inmediato. Y al final del partido me pidió perdón a mí. Cuando las cosas no van bien en el aspecto futbolístico estás más expuesto a caer en ese tipo de situaciones. Sobre todo cuando eres un chico joven como él. Pero me parecería injusto sancionarle porque se ha equivocado en un partido cuando resulta que ha metido un montón de goles que han dado victorias. No podemos crucificarlo cuando te ha dado triunfos.

-Es decir, si le piden su opinión sobre si hay que sancionarle usted dirá que no.

-Diré que no. Sabiendo que lo que tiene que hacer es aprender de esto y no volver a cometer el mismo error.

-El partido contra el Mirandés será una final. Y esta vez no es un tópico.

-No me gusta hablar de finales cuando quedan muchos partidos por jugar. Pero las circunstancias son las que son. Volvemos a jugar en casa después de dos partidos fuera saldados con dos derrotas consecutivas. No es una final, pero hay una serie de connotaciones que lo convierten en un partido importantísimo.

-Jugar en casa es un plus, pero en este caso el ambiente está muy enrarecido. ¿Cuál cree que va a ser la reacción de la afición en el que será su debut en Son Moix?

-Buenísima. La afición es mi vida y tengo plena fe en ella. A mí nunca me han fallado ni el Mallorca ni la afición. Ni como futbolista, ni como entrenador. La afición va a estar con los chicos, y los chicos están deseando darles una victoria y una alegría. Un buen regalo de Reyes. La afición se comportará como lo que es: la número uno de España y parte del mundo.

-No contempla la posibilidad de que tengan un recibimiento frío.

-Para nada. Los mallorquinistas de verdad lo son hasta la médula. Y defenderán al equipo a muerte. Y no lo digo por vender humo, es que lo han hecho siempre. Además los aficionados son inteligentes y saben que ahora el equipo necesita ayuda, no reproches.

-Usted apela siempre a las emociones, al escudo. ¿De verdad cree que eso cala en los futbolistas?

-Sí, claro.

-Pues no se ha notado en sus dos primeros partidos en el banquillo.

-Porque yo te puedo decir que eres el mejor del mundo, pero si sales a correr y no te dan las piernas porque psicológicamente estás muerto no hay nada que hacer. Esta semana de vacaciones ha venido muy bien para rescatar esos valores, tanto a nivel físico como psicológico. Está calando porque saben que lo que les digo sale del corazón, y sé que les está llegando. Aparte, yo he aprendido de grandes entrenadores como Héctor Cúper o Luis Aragonés. Ellos saben de quién he aprendido, saben lo que siento por este escudo y a partir de ahí lo van cogiendo. Pero tienen que estar frescos de cabeza y de piernas.

-¿Cómo están los jugadores físicamente?

-Cuando cogimos al equipo los futbolistas se quejaban de que tenían mucha fatiga. Cuando eso sucede, no llegas a ese último metro que es tan importante en el fútbol. Como consecuencia, pierdes. Y eso te afecta psicológicamente.

-Habla mucho de dar oportunidades a la cantera. ¿Cree que es el mejor momento para dar la responsabilidad a los jóvenes?

-Depende de a qué canterano. Primero tiene que estar a un muy buen nivel físico. Como les conozco, sé quién es fuerte y quién no. Con eso sí hay que tener cuidado porque no puedes subir a un chavalito en la actual situación porque si no salen bien las cosas, nos lo cargamos. Ya sé quiénes son los más fuertes y cuando lo creamos oportuno, entrará.

-¿Juanjo Nieto es uno de los canteranos que va a tener protagonismo?

-Es un futbolista fuerte a todos los niveles, tiene una ambición terrible y evidentemente es uno de los que puede jugar el día de Reyes contra el Mirandés.

-¿Usted estaba al tanto de que un grupo de jugadores habían planeado salir de fiesta por Madrid después de la derrota en Soria?

-No. Pero yo no voy a permitir una fractura entre los jugadores y la afición. Creo a mis futbolistas y los aficionados también tienen derecho a reclamar sus derechos. Pero no permitiré una fractura. Quiero mucho a la afición y también tengo mucho cariño a los jugadores.

-Lo que se les reprocha es el momento elegido. Cuando usted era futbolista y perdía un partido, ¿el cuerpo le pedía irse de marcha?

-No. Los jugadores están deseando que llegue el partido contra el Mirandés. No por este tema, sino porque se sienten en deuda con la afición. Me dicen que tienen ganas de ganar por la gente.

-Los jugadores avisaron de sus intenciones a Molango, que les pidió que no salieran. ¿Usted qué les hubiera dicho si se lo hubieran comentado?

-No voy a entrar en hipótesis. Me enteré de esta historia cuando volví de vacaciones y no le doy más importancia que la que tiene. Está bien hablar de esto un día o dos, pero más es crear mal rollo.

-¿Cree que los rivales han perdido el respeto al Mallorca?

-No. Lo que pasa es que desde el descenso nos hemos equivocado proclamando a los cuatro vientos que el objetivo es el ascenso. Con eso se ha hecho mucho daño porque desde el momento en el que ya no estabas en disposición de ascender, todo se convertía en una debacle. Ha habido mucha ansiedad y muy poca paciencia. Y a medida que vas cayendo en la clasificación los rivales te van perdiendo el respeto.

-¿Qué pasará con Javier Olaizola si el equipo no remonta y es destituido? ¿Volvería al filial?

-Solo pienso en ganar al Mirandés. Tengo mucha confianza en mí y en los chicos, y no se me pasa otra por la cabeza nada que no sea ganar. Que las cosas no salgan bien no entran en mis cábalas porque soy un puto ganador y un cabezón, y lo consigo todo a base de trabajo. Yo soy mallorquinista hasta la muerte y no me preocupa nada más.