"El Mallorca tiene equipo para estar mucho más arriba en la clasificación, pero la actitud es mala", dicen unos. "No hay plantilla para más, no tiene nivel", piensan otros. Más allá de las opiniones que se escuchan semana tras semana en el Iberostar Estadio, la realidad es que los bermellones ocupan puestos de descenso a Segunda B por méritos propios. La reacción es obligada, sobre todo después de encadenar cuatro derrotas que han provocado su caída en la tabla, ya que les deja a tres puntos de la salvación tras diecinueve jornadas de campeonato.

La apertura en el mercado invernal es una gran oportunidad para intentar arreglar los errores cometidos en verano. No queda otra porque es evidente que es necesario reforzar posiciones para elevar las prestaciones de un grupo que estaba diseñado para luchar por el ascenso a Primera División y que está muy lejos de esas expectativas. El director deportivo Javi Recio busca refuerzos en casi todas las demarcaciones, aunque para que lleguen futbolistas este enero deben salir algunos de los que están en el vestuario de Son Bibiloni. Pero mejor ir por partes.

La portería es una posición discutida, aunque no se van a producir cambios. Santamaría llegó para ser el titular y, salvo un buen inicio, en el que llegó a ser el 'Zamora' de la competición antes de su lesión, sus actuaciones han estado en entredicho. El meta navarro ha alternado grandes paradas con fallos, algunos de bulto, en los partidos que ha disputado. Los problemas físicos le han obligado a parar, por lo que Cabrero ha tenido también su oportunidad. Lo que es seguro es que ninguno de los dos convence, pero van a continuar hasta final de curso.

La defensa ha bajado sustancialmente su rendimiento en las últimas semanas después de ser la parcela más fiable. Raíllo y Yuste han demostrado que son una pareja solvente, más allá de algunas excepciones, aunque los problemas llegan por los laterales. Oriol, que no tiene competencia porque Alberto López no contaba ni para Vázquez ni parece que ahora para Olaizola, está cuajando una nefasta primera vuelta en el lateral izquierdo. Y Company, en el derecho, está lejos de su mejor versión. Campabadal se lesionó cuando mejor estaba -regresa en enero-, aunque también es irregular. El desembarco de un lateral de garantías, sobre todo en la zurda, se antoja necesario.

El Mallorca invirtió mucho dinero para formar un centro del campo competitivo en verano, pero es evidente que no ha sido suficiente. Juan Domínguez, Juan Rodríguez y Culio, que dejaron esperanzadores detalles en el inicio, a pesar de los malos resultados, no están marcando las diferencias y se han contagiado de la mediocridad del resto del equipo.

De hecho, el club busca un pivote defensivo porque es una zona en la que tiene muchos problemas e incluso un centrocampista con capacidad de hacer jugar al equipo. También sería importante la llegada de un extremo con capacidad para crear peligro porque ni Salomao, Moutinho o Pol Roigé han aprovechado las oportunidades que han tenido. De hecho, si algún club estuviera interesado en ellos, el Mallorca no pondría problema para que salieran. Lago Junior sí ha estado mejor, aunque no es regular.

Y es evidente que el Mallorca necesita la llegada de un delantero de referencia que tenga la puntería afinada. Brandon, lo mejor de este inicio de curso con sus ochos goles, está demasiado solo en esta demarcación, aunque no es un 'nueve'. Lekic, que lleva dos tantos, no parece la solución y Dalmau no ha tenido ningún protagonismo. Sin embargo, el mayor fracaso de la plantilla es Óscar Díaz, que no está al nivel que se le exigía. Ni de lejos. Aunque eso también le pasa al resto del equipo.