Al Real Mallorca le han salido grietas allí donde parecía haber un acabado compacto. La solidez defensiva, imprescindible para sobrevivir en Segunda División, era una de las pocas cosas de las que podía alardear Fernando Vázquez como entrenador bermellón. Sin embargo, a los futbolistas se les ha olvidado defender en acciones a balón parado. Y los rivales han encontrado vía libre para hacer daño.

El equipo volvió ayer a los entrenamientos con el punto de mira puesto en la visita del Alcorcón el próximo domingo. Son cinco días para que el técnico cosa los costurones que han aparecido en un sistema defensivo que en el arranque liguero parecía funcionar como un reloj.

Los últimos cuatro goles que ha recibido el Mallorca han sido fruto de acciones de estrategia mal defendidas. Los dos tantos del UCAM Murcia que tumbaron al conjunto bermellón y pusieron fin a su recorrido en la Copa del Rey llegaron después de dos lanzamientos de esquina. En ambos, Juanma e Imaz encontraron el camino completamente despejado para disparar a puerta.

La estrategia volvió a ser fatal para el grupo rojillo el sábado, esta vez en Liga y en casa de un Levante que acabó el partido más líder todavía. Chema igualó el tanto inicial de Ansotegi con un fuerte remate de cabeza a la salida de un córner. Y Lerma desniveló la balanza con un golazo después de recibir el esférico en un saque de banda ejecutado a distancia de la portería de Cabrero.

Vázquez admitió los problemas de su equipo defendiendo jugadas a balón parado después de la eliminación copera. Con la derrota en el Ciutat de València estalló por los dos "regalos" concedidos al rival: "Cometimos dos torpezas que no se pueden perdonar. Un gol de córner, otra vez. Y que te roben un gol en un saque de banda... Ha habido una falta de concentración que no nos podemos permitir".

El técnico gallego admitió la necesidad de "cambiar de modelo defensivo" de cara a las próximas jornadas. Lo cierto es que las alarmas saltaron en la visita al Lugo, cuando los gallegos noquearon a los rojillos 3-1. Un gol llegó de un córner del Lugo. Otro, más sangrante, de un saque de esquina favorable al Mallorca que acabó dentro de la portería de Cabrero.

Se supone que Vázquez empezará a implementar cambios pensando en la visita del Alcorcón, un partido en el que se juega mucho. Una derrota, incluso un empate, podría precipitar su destitución.

La recuperación de Raíllo y Santamaría, que recibirán el alta médica en las próximas horas, y la reaparición de Oriol después de su sanción, se perfilan como la mejor medicina para curar los males defensivos del equipo. Y para ayudar a conquistar una victoria que vuelva a dar oxígeno a un técnico que camina sobre el alambre.