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Minuto 91

Debate de goleadores y debate técnico

Vázquez medita un cambio de sistema. tooru shimada

Maheta Molango aseguró semanas atrás, cuando se produjo la fuga de última hora de Adrián Colunga, que el debate sobre la necesidad de un delantero no era tal en el club, que sólo era una preocupación o invención de la prensa. Han pasado ocho jornadas y el Mallorca solo ha conseguido marcar tres goles en esta Liga 123, uno de ellos gracias a la inestimable colaboración de un jugador contrario. No sé si habrá cambiado de opinión, pero ahora el debate que se ha instalado entre los medios y entre la afición ya no es solo del goleador ausente sino el de si, con el técnico actual este Mallorca es capaz de enderezar el rumbo para aspirar a algo más que vegetar por los puestos que coquetean con el descenso, o que directamente llevan a él.

Ahora falla hasta la defensa.

El amante del fútbol -aunque hay pocos de ellos que se interesen por esta liga de segunda tan mediocre- alababa el buen fútbol y la intención de ganar los partidos, de llevar el peso de los mismos, que ha tenido hasta ahora el equipo de Vázquez. La fortaleza de la línea defensiva hacía pensar que, aunque fuera por arte de magia o por reiteración, el equipo podría sacar adelante los partidos cuando llegara el acierto de cara a portería. Lo sucedido en las dos últimas jornadas hace pensar lo contrario, porque la retaguardia ha dejado de funcionar como un reloj y empiezan a aparecer grietas que costarán muchos puntos de aquí a final de temporada. El UCAM Murcia no se llevó los tres puntos de Son Moix por la ineptitud o falta de calidad de sus delanteros, que perdonaron lo imperdonable como les pasa a los rojillos, semana tras semana. El sábado, ante el Lugo, no ocurrió lo mismo, y los gallegos perforaron hasta tres veces la portería del Mallorca. La baja por lesión de Santamaría, portero titular indiscutible hasta la fecha, no puede explicar por si sola este cambio de eficacia de una zaga que era la menos goleada de la categoría.

Las dudas de Vázquez

El resultado del sábado ha acrecentado las dudas del técnico del Mallorca, que tiene sorprendido a quienes siguen sus entrenamientos. Es habitual que el gallego ensaye durante toda la semana cosas que después no aplica y al revés. Podía achacarse a un intento de despistar al contrario, si este tuviera espías que siguieran sus ensayos, pero a lo que parece a los únicos que despista es a sus propios jugadores. Pasó en el primer partido de Liga ante el Reus, en el que de inicio probó un sistema con tres centrales que apenas había testado en la pretemporada. La prueba duró hasta la expulsión de Moutinho y el partido acabó como acabó, con derrota. Esta semana ha sido al revés, ha vuelto a incidir en sus probaturas con tres centrales para después, el día del partido, sorprender con una defensa de cuatro y dejando inexplicablemente en el banquillo a Oriol, el único lateral izquierdo de garantías hasta el momento. Resultado, la derrota más abultada de la temporada.

Cambio de sistema.

Llegados al punto que estamos, con el Mallorca nuevamente en posiciones de descenso, Vázquez anunció en rueda de prensa en Lugo que medita un cambio de estrategia. Será la vuelta al Mallorca amarrategui, que dirían los vascos, para estar más resguardado y que la defensa juegue más arropada. Las victorias se han de lograr así al contraataque, aunque las dudas de si el Mallorca tiene jugadores delante que puedan aprovechar las todavía más escasas ocasiones de gol que se van a presentar son muchas. Vázquez sabe que, de una manera u otra, ha de enderezar el rumbo y encadenar una serie de resultados positivos más allá del empate para no tener su cabeza en el disparadero. Huesca y Levante son los dos primeros rivales y ninguno será fácil.

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