Diario de Mallorca

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Análisis

Así, sí

La realidad, triste realidad, es que el Mallorca suma dos puntos de nueve posibles y empieza la temporada, como las tres anteriores, en el furgón de cola. Pero hay bastantes diferencias con los equipos de anteriores campañas. De los tres partidos no ha ganado ni uno, pero ha merecido hacerlo en dos, y si me apuran en tres. Sobre todo el de ayer. Jugando como ayer, que nadie dude de que las victorias no tardarán en llegar. A diferencia de otras tantas veces, el Mallorca ha cambiado el chip. Es ahora el equipo de Vázquez el que propone, el que crea, el que controla, el que domina los partidos. Los rivales, al menos los tres primeros -Reus, Cádiz y Oviedo- han estado a verlas venir, a aprovechar su oportunidad, que llegó en el caso de los dos primeros, y si ahora los rojillos no suman nueve puntos, o por lo menos siete, es porque le falta pólvora, con o sin Colunga. Ni una ocasión ante el Reus, una frente al Cádiz y, al fin, unas cuantas ante el Oviedo, que si no regresó de vacío a Asturias fue por la gran intervención de su guardameta, mallorquín por más señas. La afición, a la que no se engaña, premió al equipo con una ovación al final del partido. Decepcionada por el empate, pero satisfecha por el buen juego y la entrega de los jugadores. Esto no ha hecho más que empezar. Solo son dos puntos, pero jugando así llegarán muchos más.

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