Ha sido sin duda uno de los temas del verano. La diferencia entre los objetivos marcados por el club, personificado en su consejero delegado Maheta Molango y el director deportivo Javier Recio, y por el entrenador Fernando Vázquez. Los primeros consideran que es un craso error mentar la palabra ascenso, como si fuera una herejía; el segundo, que el objetivo de un club como el Mallorca solo puede ser luchar por volver a Primera División.

Vázquez, en la previa del partido de mañana ante el Oviedo, replicó al director deportivo, que en una entrevista a DIARIO de MALLORCA el pasado jueves consideró "un error" hablar de ascenso. "Quiero ascender. No es una meta, es una actitud, quiero que el equipo esté implicado para ganar y no admitir la derrota. Es lo que quiero, no sé si lo conseguiremos", afirmó el técnico mallorquinista, que quiso quitar hierro a las diferencias de criterio entre él y los dirigentes del club. Negó, asimismo, que el discurso poco ambicioso de Molango y Recio le quite presión si los malos resultados se prolongan en las próximas jornadas: "La presión me la pongo yo y el equipo", dio por respuesta.

Vázquez tuvo que responder a la fuga de Colunga esta semana después de que el jugador forzara su salida. El de Castrofeito no quiso responder al jugador, quien dijo que el técnico le había "decepcionado". "Ya no es jugador mío", respondió Vázquez. "Esperaba que fuera determinante para el equipo, y por eso le puse de titular el primer partido, pero la cosa se torció". "¿Por qué se torció?", se le preguntó. "No quiero volver al tema. Se quiso ir y optamos por dejarle marchar", dio por respuesta el entrenador.

Admitió estar "contento" con la nómina de delanteros que figuran en la plantilla -Óscar Díaz, Brandon, Lekic y Dalmau-, aunque dejó la puerta abierta a reforzar esta línea en el mercado de invierno. "Vamos a esperar a diciembre y a ver cómo rendimos. La plantilla está cerrada y estoy contento con lo que tengo", dijo.

La baja de Colunga abre la posibilidad de disfrutar de más minutos a jugadores hasta ahora inéditos. Es el caso de Dalmau. "Está claro que hay más huecos. Tengo 20, 21 jugadores con Vallejo y sus opciones de jugar aumentan", añadió.

Respecto al partido de mañana ante el Oviedo, dijo: "Tenemos que ganar como sea, desde el respeto a todos los rivales, sabiendo que ganar en Segunda es muy difícil, y si lo haces es coger muchísimo aire".

Vázquez tiene en mente el partido que se verá en Son Moix: "El intercambio en la posesión será mayor que con el Reus en la primera jornada. Me gustaría que fuéramos capaces de controlar el partido con la pelota. Hay que romper la última línea de ataque. Marcar un gol y, si no lo haces, al menos no encajarlo". Admitió que otro problema a mejorar es la creación de ocasiones de gol.

El equipo ha finalizado las dos primeras jornadas con sendas expulsiones, ambas por doble amonestación, la de Moutinho ante el Reus y la de Company frente al Cádiz, un aspecto en el que Vázquez incide a sus jugadores para que no se vuelva a repetir. "La de Moutinho fue rigurosa, y la primera amarilla a Company también. Quién sabe qué hubiera pasado si no nos quedamos con diez jugadores. Le recuerdo a los futbolistas de la importancia de acabar los partidos sin expulsados", comentó el técnico mallorquinista, que accedió muy relajado a la sala de prensa de son Bibiloni.

Vázquez, que ve a sus jugadores "con alegría, ilusión; soy optimista", dijo, señaló que el partido de Copa del próximo miércoles ante el Reus no condicionará la alineación que ponga mañana contra el Oviedo: "Haré un equipo de Copa. El nivel de la plantilla es compacto y no creo que haya muchas diferencias entre los que juegan y los que no lo hacen. El objetivo es pasar la eliminatoria", concluyó.