El gallego se decidió por una cesión en el Mallorca porque consideró que bajo el paraguas de Fernando Vázquez recuperará su mejor versión, la que en el Dépor le hizo ser considerado el sucesor de Valerón. Visto lo visto ayer, Domínguez está a años luz de alcanzar esa meta. Falló un buen puñado de pases, algunos francamente fáciles, y en la segunda parte directamente desconectó del encuentro.
El centro del campo del Mallorca estuvo casi siempre sostenido por Juan Rodríguez. A su lado, Domínguez trataba de sobrevivir con escaso éxito entre la maraña de piernas de futbolistas del Reus. El que debe ser el ´cerebro´ del equipo esta temporada careció de ideas, claridad y la mínima implicación necesaria para competir en una categoría tan exigente. Vázquez tiene mucho trabajo por delante con su pupilo.
