El Real Mallorca conquistó una victoria ante el West Bromwich Albion que evidenció la notable progresión que ha experimentado el bloque de Fernando Vázquez esta pretemporada. Los bermellones no solo ganaron a un adversario de la Premier League; lo hicieron además con autoridad y un mayor despliegue de recursos futbolísticos.

Brandon materializó al final de la primera parte el 1-0 que reflejó el marcador final. Un resultado corto para los méritos acumulados por un Mallorca más intenso y motivado que con el paso de los minutos acabó por desarbolar al West Bromwich.

Fue, con diferencia, el mejor partido de los rojillos esta pretemporada. Doblegaron a un adversario de entidad. Y presentaron argumentos de peso. Los ingleses solo se desperezaron los últimos minutos del encuentro buscando un empate que maquillara su pobre actuación. Y entonces apareció Cabrero para salvar una trabajada victoria que admite al menos una crítica: al Mallorca le faltó remate. Todavía sin un delantero centro en nómina, el equipo se enredó demasiadas veces en los metros decisivos y no logró el segundo gol que le hubiera dado más tranquilidad.

Vázquez dispuso un once con bastante pinta de titular. Salvo por la alineación de Company en el lateral zurdo en lugar de Joan Oriol, que acaba de recuperarse de una lesión, los futbolistas que salieron de inicio contra el conjunto británico podrían ser los que debuten en Liga contra el Reus dentro de dos semanas.

Mallorca y West Bromwich ofrecieron una primera parte plomiza y más bronca de lo normal tratándose de un amistoso. Salió mejor parado el grupo bermellón, que al menos no perdió nunca la concentración defensiva y mostró un nivel físico nada desdeñable teniendo en cuenta que delante tenía a un equipo mucho más rodado.

Las ocasiones escasearon. Raíllo peinó con mucha intención un lanzamiento de esquina. Respondió McAuley poco después con un remate que llevaba mucho peligro, y ahí se acabó la pólvora de los británicos en estos primeros 45 minutos.

Lo cierto es que el West Bromwich se había dejado los galones de equipo Premier en el vestuario porque apenas dejó noticias de su presencia en el terreno de juego. Los británicos, completamente desganados, estuvieron mucho tiempo a merced de un Mallorca al que le faltó mucho fútbol pero que al menos tuvo motivación.

Los hombres de Vázquez encontraron premio a su mejor actitud con un gol al filo del descanso. Culio metió una buena pelota en el área, Moutinho apuró hasta la línea de fondo y retrasó para que Brandon rematara a placer. El tanto llegó en la única jugada en la que los rojillos combinaron con intención.

Se llegó al descanso con Culio erigido en el mejor de los bermellones. Hizo kilómetros, demostró una visión de juego muy por encima de la media de sus compañeros y de sus botas nació el gol que reflejaba momentáneamente el marcador.

El Mallorca salió con siete caras nuevas en la segunda parte. Lejos de descoserse, el grupo bermellón intensificó su dominio sobre un adversario que definitivamente había desaparecido del terreno de juego.

Los cambios empezaron dispuestos a demostrar sus aptitudes para formar parte del once, y elevaron el listón con largas posesiones y una presión que desactivó a los ingleses. Brandon estuvo cerca de marcar el segundo del Real Mallorca y de su cuenta personal. Minutos después Juan Domínguez probó los reflejos de Foster.

El bloque de Vázquez se gustaba. Era el dueño del encuentro y en esta segunda mitad sí pareció más dispuesto a hilvanar fútbol del centro del campo hacia adelante. Una buena internada de Salomao en el área estuvo a punto de convertirse en el 2-0, resultado que hubiera reflejado con mayor exactitud los méritos de uno y otro equipo.

Irrupción de Cabrero

Los últimos veinte minutos sirvieron para que Oriol jugara los primeros minutos de la pretemporada. Y para que Pleguezuelo debutara después de que el viernes se concretara su fichaje. Ninguno desentonó.

Cuando el encuentro moría el West Bromwich fue ganando presencia en el área mallorquinista. Los ingleses colgaron unos cuantos balones peligrosos y rozaron el empate en sendos remates de Olsson y Foster, que ya en el descuento abandonó su portería a la desesperada buscando la igualada. Pero Cabrero se interpuso con dos intervenciones espectaculares que avivan el debate en la portería.