Monti Galmés: "Aunque no se hable de ello, la idea es regresar a Primera División"

-El cargo de presidente del Mallorca influye en la vida de una persona y debido a esto tendré que cambiar algunas cosas, aunque eso no significa que cambie mis aficiones y amistades ni el día a día con mi familia.

-Ya ha dejado de ser anónimo.

-Eso es cierto. El martes fui a una notaría y todos los empleados me saludaron y aproveché para preguntarles si eran socios. Uno me dijo que antes sí lo era y que ahora ya no. Le he invitado al partido del 6 de agosto en casa para ver si le reenganchamos. A ver si vamos recuperando a todos los socios que hemos perdido estos años.

-¿En qué deberá cambiar?

-Me guste o no, me he vuelto un personaje público, el cargo va conmigo.Si voy a Palma y bebo un café, tengo que coger la taza así como toca, para poner un ejemplo.

-Se le nota muy feliz.

-Hace dos o tres años jamás me hubiera imaginado estar en esta silla, pero las circunstancias me llevan hasta aquí. Y lo hago con mucho orgullo y mucho honor porque es una oportunidad única para alguien que ama los colores del Mallorca y que ha sufrido en el campo como socio y aficionado y ahora, de repente, me veo en el palco.

-¿Cómo ha sido el proceso para acceder a la poltrona?

-Recibí la oferta hace poco tiempo, aunque no significa que no estuviera en mente de la propiedad desde antes porque sabían que a final de la temporada habría un cambio. Ellos sabían que Claassen se retiraría y había que buscar a otra persona. Me hicieron esta oferta 14 días antes del final de junio. Después de pensarlo bien y hablar con la familia, pedí cuatro días de tiempo para responder. Llegué a la conclusión de que no podría rechazar esta oferta. La acepté con mucho orgullo.

-¿Quién se lo dijo?

-Me llamaron tanto Robert Sarver como Andy Kohlberg y lo hablamos por teléfono. Respetaron las formas porque Claassen era el presidente todavía y por eso prefirieron esperan al final. En el Consejo aceptaron la propuesta por unanimidad.

-Ni Sarver ni Kohlberg le conocían de nada a usted y en poco tiempo se ha ganado su confianza para este cargo tan visible.

-Mire, estoy acostumbrado a luchar por las personas, a ser un buen anfitrión porque así somos los de la hostelería. Llevo muchos años trabajando en estos temas y me gusta atender bien a la gente, algo que debería hacer todo el mundo. A mí me sale de una forma natural. Por ello, además de enterarse de mi carrera profesional y como saben que soy una persona de fiar, pues estos motivos le han dado argumentos suficientes para hacerme esta oferta. De hecho, Sarver me llegó a decir: 'Monti, lo haces muy bien, solo te tienes que olvidar lo de 'vice'. Eres el presidente'.

-¿Usted es mallorquinista de toda la vida?

-Estoy absolutamente enganchado al Mallorca desde mediados de los noventa, aunque mucho antes ya lo seguía, pero hay que tener en cuenta que he estado muchos años fuera de la isla por mi trabajo y no iba al estadio. Pero en los últimos años en Segunda y todos los de Primera y otra vez en Segunda, como hasta ahora, prácticamente no fallaba a ningún partido. Y casi desde el principio conseguí que mi mujer también se enganchara y así íbamos juntos. Somos socios desde hace muchos años y he estado en todas las finales. He sufrido como cualquier mallorquinista y cuando marcaba algún gol movía la bufanda como cualquiera.

-¿Cree que le perjudica ante la opinión pública haber entrado en el Mallorca de la mano de Utz Claassen?

-Personalmente no me puede perjudicar, pero si perjudicara a la entidad, que en ningún caso me gustaría, abandonaría el cargo inmediatamente. Claassen me merece todos mis respetos, él trajo a Sarver, eso no hay que olvidarlo, hizo mucho trabajo, puso orden administrativo donde no lo había. Me buscó y varias veces me ofreció entrar y se lo le acepté. Y jamás pensé que un tiempo después sería el presidente.

-¿Mantiene alguna relación con él?

-La verdad es que últimamente hemos hablado poco por muchos motivos, la relación no es fluida, es correcta.

-Si dice eso es que parece que se ha enfriado. ¿Claassen se ha molestado con usted por seguir en el club?

-Creo que no. De hecho, en el Consejo de Administración dijo que se alegraba de que me lo ofrecieran a mí. No he tenido ningún conflicto con Claassen bajo ningún punto de vista.

-Claassen desapareció de todos los actos del club en los últimos meses. Usted no puede volver a hacer lo mismo.

-Es que es lo lógico. Soy un presidente institucional, una de mis funciones más importantes es representar al Mallorca en todos los actos posibles y es un trabajo que haré con mucho gusto dentro de mis posibilidades. Le digo una cosa. Nos tenemos que centrar en hoy, mañana y pasado mañana y olvidarnos de lo que pasó ayer. Creo que es lo que los aficionados quieren.

-Usted está acostumbrado a tener una función ejecutiva en su trayectoria profesional.

-Molango es el consejero delegado y es el responsable del día a día. El resto se discute en el Consejo. No hay ninguna necesidad de que me meta en funciones ejecutivas, ya tengo suficientes en mi vida, pero asesorar y aportar mis conocimientos lo haré con mucho gusto. De hecho, me preguntan y me gusta.

-¿Usted va a cobrar para ser presidente del Mallorca?

-No voy a cobrar. Mi cargo no es remunerado. Es una de las cosas que no quiero. No sé cuánto tiempo seré presidente, pero he entrado con la cabeza alta y me quiero ir igual. Ya tengo suficiente para vivir normal como vivía hasta ahora. Lo hago a título honorífico, con la responsabilidad que tiene ser presidente de un Consejo porque no hay que olvidar que hay una responsabilidad jurídica, esto no es 'jauja'.

-Se nota que su relación con Maheta Molango es excelente.

-Tenemos un buen 'feeling'. Es lo lógico, somos pocos porque hay muchos que están fuera, aunque están al día a todo. De las cosas importantes me informa.

-¿Con qué frecuencia conversa con Sarver y Kohlberg?

-Nuestra relación es muy buena. Mire, justo estuve hace unos días en Los Ángeles con Kohlberg y nos atendió muy bien. La relación humana es muy buena porque es gente noble, seria y que tiene ilusión por hacer cosas con el Mallorca. Pero ya le digo, si tienes prisa es mejor ir despacio. No tenemos que querer hacerlo todo en seis meses. El trabajo es serio y las metas están claras.

-¿Cómo será su día a día?

-Mi trabajo fundamental serán las relaciones. Trabajos institucionales de representación y gestión y, aunque no lo parezca, es mucho tiempo que ofrecer a la entidad. Estoy dispuesto a hacerlo dentro de mis posibilidades.

-¿Viajará con el equipo?

-Iré a todos los partidos que pueda, pero eso no significa que sean todos. Y a los de casa seguro porque hace muchos años que voy siempre, y ahora con más motivo.

-¿Se ha marcado un plazo en la presidencia?

-Mallorquinista seré siempre. Uno se puede casar dos o tres veces, pero no se cambian los colores del fútbol. Si las cosas van bien es fácil que se siga igual, y si no, pues ya veremos. No me marco ningún plazo.

-¿Va a dejar de lado sus empresas?

-Desde junio he dejado bastantes temas operativos de mis empresas, aunque sigo como consejero delegado. Puedo disponer de un tiempo libre que antes no tenía.

-Más de cinco mil abonados han renovado su carnet.

-Pues le digo que esta mañana acabo de apuntar a mi familia. Y pagando, por supuesto. Es ilusionante ver que responda así la gente. Tenemos más de un ochenta por ciento de la plantilla cerrada y eso demuestra que se ha hecho un trabajo serio y podemos pensar que empezaremos de otra manera que otros años.

-Vázquez es el único que habla de ascenso. Molango y Recio prefieren evitarlo.

-Es lógico teniendo en cuenta de dónde venimos en los años anteriores. Pero está claro que todos deben tener una motivación personal y, aunque no se hable de ello, la idea es regresar a Primera. Y si tú no estás motivado, no motivarás a los demás.

-¿Tiene previsto tener contacto con los jugadores?

-Las circunstancias lo dirán, pero la comunicación directa está en buenas manos y no hay que interferir en el trabajo del entrenador. Una vez puedo dar la enhorabuena, pero ya está.