Monti Galmés relevará hoy a Utz Claassen en la presidencia del Real Mallorca. El empresario de Manacor asciende un peldaño en el organigrama directivo de la entidad balear -hasta ahora era el vicepresidente- y será la imagen de una institución que se renueva en el vestuario y en los despachos.

Cuando el club haga público hoy el nombramiento de Galmés, Claassen pasará formalmente a una posición marginal dentro del Mallorca. El alemán, que lo fue todo en el club, se quedará con su cinco por ciento de acciones y una silla en el Consejo de Administración que no le servirá para influir en la toma de decisiones importantes.

Claassen, investigado por las autoridades fiscales alemanas y españolas, desapareció del mapa cuando vendió la mayor parte de sus acciones a los inversores norteamericanos el pasado enero. Con el pretexto de una enfermedad, solo reapareció en el palco de Son Moix en el partido del Centenario dos meses después. Rompió su silencio hace dos semanas para comunicar su decisión de dimitir a través de un anuncio publicitario.

La elección de Sarver y Kohlberg

El alemán, reclutado por Llorenç Serra Ferrer y Jaume Cladera para unirse a su proyecto en noviembre de 2010, personificó uno de los dos bandos enfrentados en la guerra institucional, fue propietario y presidente, y finalmente traspasó la mayoría accionarial al grupo de Robert Sarver. Hoy se pone fin a su presidencia y a una incómoda coexistencia con Maheta Molango.

La propiedad ha elegido a Galmés para relevarle en la presidencia. El manacorí se ha ganado la confianza de Sarver y Andy Kohlberg, quienes le ven como el hombre adecuado para representar al Mallorca en el palco, en los desplazamientos y en diversos actos institucionales.

Galmés, consejero delegado del resort Robinson Club Cala Serena y directivo del grupo alemán TUI, ha ejercido estos últimos meses como presidente 'de facto' debido a la prolongada ausencia de Claassen. Suya fue la iniciativa de construir el centro de convivencia de jugadores de Son Bibiloni y reformar la entrada principal de las oficinas del estadio de Son Moix. Asimismo, estrechó lazos con los norteamericanos ejerciendo de anfitrión en las diferentes visitas que han realizado en la isla.

El manacorí, reconocido mallorquinista, fue nombrado vicepresidente por el propio Claassen el 13 de enero de 2015. Han sido dieciocho meses muy intensos, especialmente este último medio año en el que ha estado en la primera línea de fuego en Son Moix y en los desplazamientos en un momento en el que el equipo se jugaba la permanencia.

Galmés tendrá que seducir a un sector de la grada que le asocia a la impopular figura de Claassen. A ambos les une una antigua amistad, aunque últimamente la relación se había enfriado.

El ascenso del empresario turístico a la presidencia y el reciente nombramiento de Javi Recio como director deportivo son dos importantes movimientos de la propiedad que busca romper con el pasado e ir construyendo un nuevo presente para la institución mallorquinista.