El Real Mallorca nombrará a Monti Galmés como presidente del Real Mallorca el día 30. El manacorí, actualmente vicepresidente de la entidad balear, es el hombre elegido por la propiedad norteamericana desde hace tiempo, pero su nombramiento no se hará público hasta final de mes, cuando Utz Claassen abandone formalmente el despacho presidencial.
Galmés es una persona muy cercana los accionistas de referencia Robert Sarver y Andy Kohlberg. El manacorí ha ejercido de anfitrión en las visitas de los dos inversores a la isla, y entre ellos se desarrolló desde el principio una relación de confianza.
La propiedad valora además el buen trabajo realizado por el vicepresidente en el centro de convivencia de jugadores de Son Bibiloni y en la reforma de la entrada principal de las oficinas de Son Moix. Dos proyectos ideados y supervisados por el manacorí.
Galmés, consejero delegado del resort Robinson Club Cala Serena y directivo del grupo alemán TUI, será un presidente institucional. Estos últimos meses ya ha ejercido 'de facto' debido a la prolongada ausencia de Claassen, que ha obligado al manacorí a representar al Mallorca en el palco, en los desplazamientos del equipo y en diversos actos institucionales.
El empresario fue nombrado vicepresidente por Utz Claassen el 13 de enero de 2015, poco después de que el germano reuniera la mayoría accionarial de la institución. Galmés, reconocido mallorquinista, se estrenó en el palco con victoria ante el Mirandés, pero su manera ostentosa de celebrar el triunfo dando saltos de alegría generó polémica y le obligó a pedir disculpas.
A lo largo de este año y medio en el club, el vicepresidente ha adoptado un perfil bajo, eclipsado por un Claassen que se puso en primera línea y asumió todo el protagonismo en calidad de presidente y máximo accionista.
Hasta que el grupo norteamericano desembarcó en el Mallorca el 4 de enero. Desde entonces se intercambiaron los papeles: Claassen desapareció prácticamente de la escena pública mientras Galmés asumía un papel mucho más activo.
El manacorí mantiene una relación muy estrecha con los norteamericanos, con los que está permanentemente en contacto pese a la distancia. También se ha entendido muy bien desde el principio con Maheta Molango. En una semana se convertirá en el presidente del Real Mallorca.
