Utz Claassen ha anunciado hoy que el próximo 30 de junio dejará de ser presidente del Real Mallorca. El club ha publicado en su página web oficial una carta del dirigente alemán en la que informa de que presentará su renuncia al cargo, aunque afirma que seguirá siendo accionista y miembro del Consejo de Administración de la entidad.

DIARIO de MALLORCA adelantó este pasado miércoles que Hacienda investiga las finanzas de Utz Claassen al tener sospechas de que el presidente del Real Mallorca puede haber cometido fraude fiscal. Un día después, este rotativo ya anunciaba que los actuales máximos accionistas no tenían previsto forzar su marcha, aunque ya apuntaban su renuncia a la presidencia este mismo mes.

En la entidad consideran al alemán un personaje amortizado y al que le queda muy poco tiempo en el cargo. Ni Maheta Molango ni los propietarios norteamericanos van a precipitar los acontecimientos. El plan es dejar que las cosas sigan su curso para evitar nuevos traumas en la institución.

En todo caso, Claassen seguirá ligado al Real Mallorca. El cinco por ciento de acciones que conserva le da derecho a tener silla en el Consejo de Administración, por lo que permanecerá como consejero hasta que decida vender el pequeño porcentaje de títulos que sigue atesorando. Tendrá voz y voto, pero estará en clara minoría en relación a los norteamericanos.

En este contexto, en el club no preocupan en exceso las sospechas de Hacienda sobre las cuentas de Claassen. La investigación está todavía en una fase inicial, y en el caso de que todo acabara sobre la mesa de un juez porque se detectaran indicios de fraude fiscal, el alemán ya no sería presidente de la institución.

El directivo germano explica ahora en la misiva que en el Mallorca perdió dinero. "Mis esfuerzos para la supervivencia del club me habrán causado una pérdida financiera personal de entre 3 y 5 millones de euros", precisa.

Ha añadido que avaló personalmente la cantidad de 10 millones de euros para facilitar que el Mallorca "tuviera un equipo completo en la temporada 2015-2016".

"Creo que este sacrificio es prueba suficiente de mi compromiso y lealtad a nuestra institución", señala Claassen, muy criticado en los círculos deportivos de la isla por no asistir a los partidos, ni a los actos convocados por la entidad desde que traspasó sus acciones a Sarver.

Su última presencia en el palco se registró el pasado mes de marzo en el partido ante el Real Oviedo que conmemoraba el centenario de la entidad.

"En este momento, no voy a comentar las mentiras infames sobre mí que se han publicado recientemente", subraya el directivo, quien afirma que deja la presidencia para centrarme "totalmente" en su trabajo profesional y empresarial.